Si, ya se, la palabra que utilizo como título no es nada original, pero viene muy bien para abrir el comentario sobre la subida de impuestos que Mariano Rajoy ha decretado. Supongo que nadie se habrá extrañado de tal aumento ya que después de ser testigos del silencio de Rajoy durante la campaña electoral sobre su programa electoral está claro que todos temíamos lo peor y lo peor ya ha comenzado, digo comenzado por que esto es la avanzadilla de lo que nos espera a los españoles. Dicen que Rajoy nos ha engañado a todos porque durante la campaña electoral aseguró, cierto es que no prometió, aseguró, repito, por activa y por pasiva que no subiría los impuestos y en el segundo consejo de ministros que ha celebrado de forma oficial, el primero fue simplemente para “aterrizar” o tomar posesión, lo ha hecho. Está claro que cuando aseguraba tal cosa nadie le creía, lo que no pudimos imaginar es que lo haría tan rápidamente.
Ha sido rápido a la hora de aplicar la subida de impuestos, pero no lo ha sido tanto para establecer medidas tendentes a crear empleo y reducir la lista de parados, que este último sí que “casi” lo prometió, pero ha preferido en primer lugar el recaudar, que es una medida que no crea empleo, al contrario, a los funcionarios les congela el sueldo y les aumenta dos horas y media más de trabajo a la semana y congelar la oferta pública de empleo, es decir que a medida que se vayan jubilando no empleará a nadie para sustituirlos, lo que me preocupa es que esto lo tomen como ejemplo los empresarios y que aprovechándose de la baja calidad de los representantes sindicales que tenemos, derrotados, desmoralizados, catatónicos y por ello carentes de toda iniciativa, intenten y consigan los patronos lo mismo en lo que respecta a los trabajadores del sector privado. Todo ello es posible dado los tiempos que corren, son tiempos revueltos y de confusión y ya se sabe: A río revuelto ganancia de pescadores.
Los únicos que se han librado, no de la subida de impuestos porque ellos también la van a tener que soportar, son los jubilados a los que se le aumenta un 1% el importe de su nómina de jubilado, ni “pa” pipas, pero menos da una piedra, algo es algo dijo un calvo cuando se encontró un peine. Les suben un 1% que es lo que el Gobierno estima que va a subir el IPC en 2012, ya saben, el IPC es esa especie de medida que ¿sirve? para ver lo que han subido los precios de los productos que por obligación y necesidad consumimos. Todos sabemos lo lejos de la realidad que marca este índice, cualquier parecido con esa realidad es pura coincidencia.
En fin, aquí no vale el decir en estos momentos, aquello de: “Virgencita que me quede como estoy” porque la cosa no ha hecho más que empezar. Dicen desde el Gobierno, será para tranquilizarnos, que la cosa del aumento de los impuestos es para dos años, pero yo, a pesar de seguir siendo poco original pregunto; ¿Todo lo que sube baja? y me respondo; “Todo menos los impuestos” estos no bajan nunca y cuando bajan o desaparecen algunos de ellos, de inmediato salen otros que son los mismos perros pero con diferentes collares. A este mundo hemos venido a sufrir a vivir, si esto es vivir, y a pagar impuestos. Es nuestro destino. Pero a pesar de todo esto ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!