José Antonio Ramírez Lozano
Las manzana de Erasmo
Algaida
XXVIII PREMIO DE NOVELA FELIPE TRIGO
Esta historia de amor, gozos y penas del alma, misterio y alucinaciones, discurre por el callejero de lo que se denomina Casco Antiguo de Sevilla, castigado por el mal gusto y estridente griterío, falta de educación cívica, lo que ofrece el día a día en una ciudad que ganó renombre en muchas geografías por su desparpajo. Pero se viven tiempos donde abunda más lo malo que lo bueno, una educación descocida y la ignorancia al filo de la navaja. De aquí que resulte agradable esta lectura envuelta en palpitaciones y enigmas por tan ameno y ágil narrador, que bien es Ramírez Lozano
Su principal protagonista es prefecto de liturgia de la catedral de Sevilla y canónigo, discípulo del fino y heterodoxo poeta Fray Luis de León, además amante de la botánica. Todo un currículo propio para despertar sospechas en tiempos de la Santa Inquisición, que en esta tierra de María Santísima tenía a la ciudadanía de la urbe sumida en la desconfianza y el miedo, debido a un domino policial que nada tuvo que envidiarle al estalinismo del “socialismo real” y tampoco a los tiempos del gobierno de Queipo, “Segunda Giralda de Sevilla”, así lo llamó el chistoso y mal poeta José Maria Pemán
Estas manzanas de Ramírez Lozano desde el primer bocado anuncian una precisa y bien elaborada prosa, quiero decir que no estamos ante una novela histórica de estas al uso. Algo que confirma la crítica de quienes insistimos en que el abuso de novelas denominadas históricas, puede que dejen beneficios editoriales, pero a la literatura buena tal subproducto no le está produciendo el los valores que el escritor conciente debe de tener como compromiso insobornable. Y en esta historia, el autor, muestra esa responsabilidad con su propia creatividad.
La trama de la historia nos lleva a un mundo donde se cruzan fe religiosa y lírica pasión amorosa, bajo los efectos de aquella insuperable calidad poética de san Juan de la Cruz que Valerio Sandoval prefecto de liturgia, toma como elixir sustancial para logro y deseo de hacerlo realidad corporal y a la vez mística. Y para ello, casualmente, compra un relicario en un puesto callejero de la gradas catedralicias Dentro encuentra una semilla y en el pie del relicario las palabras “Semen mali” (semilla del mal).
Como suspendido por un iluminado sueño rebosante de embriagador placer, planta en su jardín botánico la semilla que considera puede ser la pulpa pecadora y carne de Eva toda erotismo y divinidad. Crece el manzano pródigo en frutos, manzanas tentadoras para la débil carne llena de deseos que van sucediéndose. Y los sueños se convierten en realidades, La ciudad se transforma, la Santa Inquisición vigila, inspecciona, detiene, tortura a sospechosos, interrogan en las mazmorras del castillo de San Jorge.
Pero ya se ha producido entre los dos primos el mismo pecado” morder la manzana prohibida sin renuncias a ella. Renegar del bautismo” Tensa y dramática narración donde la ficción adquiere visos realistas, dividiéndose entre la realidad y el deseo propio de la carne que palpita.