ERA HORMATGERIA, La Quesería, traduciendo el aranés, es la más alta del Pirineo, en Bagergue a 1419 metros de altitud. En el 2006, los hermanos TARRAU, OSCAR y JOSE ANTONIO, ambos monitores de esquí en la vecina Baqueira, decidieron emprender un camino que intentaba rememorar la memoria y la labor de su abuela Genoveva, productora y comercializadora de quesos. Recuperando sus recetas utilizaron las nuevas tecnologías pero mantuvieron la esencia del auténtico queso aranés. La labor ha sido un éxito, en palabras de los Tarrau. En este tiempo su labor artesana les ha abierto mercados lejanos y un reconocimiento del sector hostelero, no sólo de Cataluña. Son los orgullosos ganadores de la Medalla de Plata del Festival de Quesos de la Seo de Urgell.
Bagergue es el típico pueblecito del Alto Arán por el que se puede alcanzar mediante pistas, las alturas norteñas de las Minas de Liat por el Collado de Barrau. También, al igual que Uhna, muy cercana, existen unos estupendos restaurantes como Casa Rosa, de la que son hijos los Tarrau, o Casa Peru. Justo al lado de Casa Rosa se encuentra la fábrica y el despacho de ventas de HORMATGES TARRAU. Nos recibe Jose Antonio, el mayor de los hermanos. Es un montañes cordial y saludable que irradia buen karma, sonríe mucho y también habla, con el entusiasmo por su trabajo contagiando a quien le escucha; de sus pasos, del duro aprendizaje en el comienzo. El local es confortable y a través del suelo, en el que han construido una abertura acristalada se puede ver la bodega con los quesos madurando. Nos invita a visitar la fábrica y salimos a un huerto donde crecen las verduras que ofrece su madre Rosa, en el restaurante. Llegamos al obrador. Modernas máquinas para el proceso, que explica con detalle. Su empeño en la tradición hace que sólo utilicen leche de vaca del Pirineo. El arte de los cuajos, del prensado, del escurrido produce unos quesos blancos y compactos Atendiendo a la influencia de la tradiciones occitanas sobre el Valle de Arán, único valle pirenaico español en la vertiente norte de la cordillera, han tomado de ellas las técnicas del«affinage» y la curación a base de bañar el queso en una mezcla de Armanhac, aceite de oliva virgen y vinagre que aplican durante algo más de 60 días, tiempo durante el que reposan en la bodega. Consiguen así un fino aroma, suave sabor y conservación ideal. Nos invitó a probar las variedades a la venta y cuando salíamos después de darle las gracias, nos llevábamos queso del Val d´Aran.
fotos Eugenio Mateo