“Mucho tiempo después de que Jomeini y Osama bin Laden sean olvidados, aventuro que Recep Tayyip Erdoğán y sus compañeros serán recordados como los artÃfices de una forma de islamismo más insidiosa y longevaâ€, afirmaba recientemente Daniel Pipes, fundador y director del Middle East Forum, entidad ultraconservadora norteamericana que lleva años denunciando la supuesta “miopÃa†de la postura oficial de Washington frente al conflicto de Oriente Medio.
Pese a sus reiterados intentos de hacerse pasar por un experto en cuestiones relacionadas con los conflictos israelo-árabe o israelo-palestino, Pipes no deja de ser un mero “conservador†o “neoconservador†empeñado en imponer a los cÃrculos polÃticos más influyentes de Washington los criterios del establishment israelÃ. En 2003, cuando el entonces Presidente George W. Bush anunció el nombramiento de Pipes en la Junta de Gobierno del Instituto Norteamericano para la Paz, las crÃticas empezaron a llover de todas partes. No sólo se rebelaron los miembros del Partido Demócrata, detractores a ultranza el ideario del profesor de Filadelfia, sino también los organismos pro derechos cÃvicos y, por supuesto, las asociaciones de árabes americanos, quienes no dudan en tildar a Pipes de “oveja negra†de los respetables analistas polÃticos estadounidenses.
Pero la guerra de Daniel Pipes no se limita sólo al conflicto étnico, religioso, cultural y territorial que opone a israelitas y mahometanos. El fundador del Middle East Forum va mucho más lejos, lanzando advertencias contra la islamizaciónsocio-polÃtico-religiosa llevada a cabo por el Gobierno de Recep Tayyip Erdoğán, detectada recientemente por sus congéneres, quienes se hicieron eco de la existencia de una “agenda secreta†o, para ponerlo en buen castellano, de un “programa oculto†de los islamistas de Ankara.
Ficticia o real, la “amenaza†denunciada por los neo-cons se articula en torno a acciones concretas, como por ejemplo el referéndum que abre la vÃa a la modificación de la Constitución turca, la pugna sobre la utilización del velo islámico en los lugares públicos, los juicios contra oficiales de alta graduación acusados de haber preparado un golpe de estado contra el Gobierno de corte islamista liderado por Erdoğán. La tesis de Pipes es, al menos aparentemente, muy sencilla: mientras el régimen iranà constituye un peligro inmediato para Occidente debido al desarrollo de su programa nuclear, el terrorismo, la agresividad ideológica y/o la posible formación de un “bloque de resistenciaâ€, en el caso de poder capearse y doblegarse la “amenazaâ€, Irán tendrÃa un potencial único a la hora de sacar a los musulmanes de la edad media del islamismo y encauzarlos hacia una forma más moderna, moderada y sociable de Islam.
¿Y TurquÃa? Recuerda el director del Middle East Forum que Atatürk, el padre del Estado turco moderno, expulsó al Islam de la vida pública durante el perÃodo 1923-38. No obstante, los islamistas llegaron a formar parte de un Gobierno de coalición en los años 70 del siglo pasado. Más aún, entre 1996 y 1997, lideraron un primer Gobierno religioso. Las agrupaciones polÃticas de corte islámico se alzaron con la victoria en las elecciones generales de 2002, al obtener la tercera parte de los votos. Los gobernantes obraron con innegable cautela y probada competencia hasta la consulta popular de 2007, cuando obtuvieron más de la mitad de los sufragios. Estima Pipes que a partir de entonces comenzó la polÃtica de intimidación, de va desde las multas excesivas impuestas a los medios crÃticos, pasando por casquivanas teorÃas conspirativas contra las fuerzas armadas. Los islamistas obtuvieron el 58% de los votos en el referéndum celebrado en septiembre de 2010 y parecen destinados a ganar los próximos comicios, que se celebrarán a mediados de 2011.
“Mientras la administración turca representa contados peligros inmediatos, la implantación más sutil por su parte de los repugnantes principios del islamismo hacen que parezca inminente como futura amenazaâ€, escribe Daniel Pipes, quién añade: “…de ahà que el paÃs de Oriente Medio que reclama una solución más inmediata (de la amenaza terrorista) pueda convertirse en el lÃder de la cordura y la creatividad…al tiempo que el más incondicional aliado musulmán de Occidente, en cinco décadas (TurquÃa) se podrÃa transformar en la fuente más grave de acciones hostiles y reaccionariasâ€.
SerÃa interesante conocer la opinión del Presidente Barack Obama, defensor del diálogo entre Islam y Occidente.
Para el autor de estas lÃneas, los comentarios sobran.
Adrián Mac Liman
Analista polÃtico internacional