HEROICA CIUDAD DE TLAXIACO/OAXACA.
Caminando por el amplio corredor de los portales de ésta ciudad, dirigí la mirada hacia un lado de la acera, ahí frente al imponente reloj parisino, deslumbrantes figurillas esculturales, cajones y juguetes de madera me atrajeron con su deslumbrante color. Es ahí, entre tantos tesoros donde encontramos a su admirable guardián: Isaías Vázquez Sánchez es el nombre de este noble Artesano, originario de la comunidad de Santa Cruz Loma lapa, del municipio de Olinalá en el Estado de Guerrero.
Dedicado a la Artesanía por tradición familiar, viene desde muy lejos para compartir con los hombres de las nubes sus hermosas obras de artes.
Quien nos comenta que el trabajo del artesano es de los que necesita de mucha dedicación y amor a su trabajo. Utilizando “ el calabazo “ (fruto parecido a la calabaza, que con la cascara seca puede labrarse ) como materia prima, ha dedicado gran parte de su vida a mantener vivo el conocimiento de sus antepasados , labrando las cáscaras del bule, preparando las mezclas de las pinturas con piedras molidas en el metate y aceites vegetales , tallando la madera y colocando las pinceladas ha creado dentro de su gran diversidad innumerables piezas artísticas: cajones decorados con tal perfeccionalidad, animalitos de madera, mariposas de colores y tortugas verdes, exóticos dragones aterradores, tambores, trompos y pirinolas, ruletas, barquitos y espejos, cuadros y vitrales atraen la atención de quienes se detienen a admirar su belleza.
Sin embargo, este artesano al igual que muchos otros en el resto de nuestro Estado Oaxaqueño se ha enfrentado a diversas dificultades para comercializar sus productos. Padre de familia de 7 hijos, campesino que ha cosechado el maíz y el chile, semillas que ha almacenado para que su familia se sustente, mientras él viaja para conseguir dinero y atender algunas de las muchas necesidades de su familia, en especial las de las enfermedades. Con más de 4 cajas grandes llenas de invaluables piezas labradas por las manos de él, su esposa y sus hijos; guardan sus ilusiones al ser las cajas selladas y atadas, transportadas por el autobús, Deja a su familia con la promesa de volver con dinero, y comienza nuevamente a enfrentarse a las penas que le han aquejado durante toda su vida de artesano, ahí, vuelto a su suerte, viaja cientos de kilómetros abandonando su casa y a los que quiere, cargando sus tesoros a la espalda y durmiendo sobre portales de los lugares a los que visita, no pierde la esperanza de regresar a casa con su recompensa.
Misma que costó cientos de kilómetros, algunos días sin comer, durmiendo inseguro y quizá con algo de frio, agregándole los desalojos inesperados por parte de las autoridades al no comprender al artesano viajero de otro estado, a quien desalojan por no poder pagar la renta del piso.
Una falta de compresión total, afortunadamente han sido pocas las ocasiones que en su caso ha sucedido, pero que no le detienen, por ello don Isaías no comprende por qué sucede esto al venir de otro estado- si dice que en su pueblo” nadie es negado, todos son bien recibidos”- .
Independientemente, se siente orgulloso de su trabajo, su estancia siempre es temporal, seguirá viajando de lugar en lugar, por lo menos hasta que termine la Semana Santa y regresar a casa, pues es su temporada preferida para salir.-sabe que estando en casa está seguro.-
Los distintos lugares que han tenido la dicha de conocerle: Huajuapam de León, Tequistepec, Mixtepec, Juxtlahuaca, Tecomaxtlahuaca, Putla Villa de Guerrero, Silacayoapan, Pinotepa Nacional, Salina Cruz, Santiaguito Etla, Tamazulapam, Nochixtlan y el Estado de Michoacán. Han sido conquistados por su trabajo.
Quizá lo inviten nuevamente a Morelia a exponer su Artesanía junto con sus homólogos, o tal vez visite algún lugar de sus rutas de visita, pero lo que sí es seguro es que no irá a la Ciudad de Oaxaca porque dice que ahí le cobran a 1000 pesos el metro de piso para vender su arte.