Cultura

Sueños del Desierto

Zhang Lu, el director de ‘Sueños del Desierto’, demuestra en exceso sus orígenes literarios, sin llegar a comprender que el cine y la literatura son artes totalmente diferentes, plenamente complementarias, pero diversas, y lo que funciona en una no funciona en la otra.

Porque el cine requiere acción, movimiento, cambio en los personajes. ‘Sueños del Desierto’ nos ofrece paisajes bucólicos y realmente apasionantes, y ahonda con pulcritud en la sensación de inmensidad del desierto, añadiéndola a los problemas de incomunicación, unas veces físicas y otras sentimentales, que sufre el personaje protagonista, pero resulta tediosa.

Sus dos horas de duración se alargan sin fin entre paisajes, escenas sin apenas diálogo, pero se olvida de lo más importante, de lo esencial del cine, de lo que lo diferencia de la literatura, de la acción.

Sin embargo, es de agradecer que de vez en cuando nos lleguen propuestas diferentes de la basura reinante en nuestras carteleras, donde es cada vez más difícil encontrar películas heterodoxas, alejadas del puro y duro afán comercial que gobierna las películas de hoy en día.

En definitiva, ‘Sueños del desierto’ es una película preciosa, pero aburrida a más no poder, así que si no has podido dormir plenamente la noche anterior no vayas a verla, porque corres el peligro de arruinar la película a tu vecino de butaca con tus ronquidos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.