Cultura

El Príncipe del Renacimiento. Vida y Leyenda de César Borgia. José Catalán Deus 2008.

            El Príncipe del Renacimiento. Vida y Leyenda de César Borgia. José Catalán Deus 2008.

 

El príncipe del Renacimiento, es un nuevo volumen encaminado a engrosar la ya inabarcable biblioteca Borgia donde caben Rapahel Sabatini, Ivan Cloulas, Sarah Bradford, Gregorovius, Burkhardt, Fred Berence, Geneviève Chastenet, Antonio J. Onieva, Clemente Fusero, Miquel Navarro Sorní, Almela i Vives, Isidoro Talens, Guillaume Apollinaire, Alejandro Dumas (padre), Víctor Hugo, Mario Puzo, Hella S. Haasse, Vázquez Montalbán, Luis Racionero y un sinfín más, aunque se agrupará, claramente, dentro del primer grupo de ensayistas e investigadores que intentaron encontrar en los documentos la Historia y no en el segundo que se dejó seducir por la Literatura, si bien en esta familia ambas están profundamente ligadas desde hace más de quinientos años.

            José Catalán y Deus no es un primerizo en los Borgia. Ya en 2006 publicó con Lola Galán un monográfico sobre Alejandro VI para poner en tela de juicio muchas de las afirmaciones clásicas sobre este Papa del Renacimiento, entre otras la paternidad de sus cuatro presuntos hijos más famosos: César, Juan, Lucrecia y Jofré.

            En El Príncipe del Renacimiento, claro homenaje al título de Maquiavelo que se inspiraba, al menos en parte, en el fulgurante condottiero, José Catalán vuelve a utilizar un sistema similar al de su anterior obra borgiana: salta sobre convicciones mantenidas por autores clásicos y hace tambalearse el edificio de la leyenda forjada a partir de las maledicencias y calumnias que los enemigos de esta familia de origen valenciano vertieron en su momento. No le falta una buena investigación (desde los clásicos hasta las obras recientes como la de Félix Cariñanos respecto a la relación de César con la ciudad de Viana), no carece de seriedad su estudio pero, en el fondo, a veces da la sensación de que el autor se deja llevar por el corazón, como cuando da pinceladas de Literatura, que, no obstante, no son corrientes:

            “Con las oriflamas de la Santa Sede se mezclaban las banderas de los lises de Francia, y con las corazas, las picas y las alabardas, el chirriar aterrador de aquellas máquinas de guerra hasta entonces desconocidas. Un cielo de tormenta, que se cernía agobiante sobre un campo desolado, imprimía a este despliegue inexorable los colores del juicio divino” (Pág. 229).

            La fórmula empleada por José Catalán podría enunciarse de la siguiente manera: recopilar información, diversas opiniones sobre el mismo hecho, verterlas sobre el papel e insinuar la que cree más correcta para, a continuación, no asegurarla. Lo cual, sin duda, es un acierto, pues cuanto más se avanza en la historia de los Borgia, más nieblas aparecen a su alrededor, volviendo prácticamente imposible llegar a la claridad con hechos básicos y que debieran ser notorios como la fecha de nacimiento de César, la paternidad de los cuatro famosos miembros de la tercera generación o los motivos de la muerte del Papa y el duque de la Romaña.

            Ni siquiera está claro si aut Cesar aut nihil fue enseña de César en algún momento.

            Una vez más la historia del famoso César Borgia, que conquistó la Romaña en tres años, que fue nombrado duque por el rey de Francia Luis XII, que organizó junto a Alejandro VI el primer reforzamiento del estado de la Iglesia, que buscaba afianzarse como lo hacían las grandes potencias del momento: Francia y España. Y también el César del que se ha dicho que mandó matar a su hermano Juan, a su cuñado Alfonso de Bisceglie, y a tantos otros aunque sin pruebas definitivas.

            ¿Qué aporta José Catalán con su ensayo? Aporta objetividad frente a los antiborgianos y a los proborgianos. Aunque, a poco que se aparte de la corriente más conocida (la legendaria, la morbosa) la obra queda impregnada de un cierto movimiento a favor de la familia. Aporta una nueva postura que no es común en los ensayos sesudos de quinientas sesenta páginas: sus posiciones no están aleadas con acero ni se han levantado con hormigón, son más bien como el bambú, flexibles. José Catalán pocas veces afirma o niega categóricamente, más bien insinúa, o cree de corazón, pero no cierra filas. Es consciente de la inseguridad del suelo que pisa. Y por eso mismo actúa con la precaución de no ser tragado por las arenas movedizas. Aporta una hispanidad que falta en muchos de los autores clásicos, y aporta fuentes como Zurita al que otorga una cierta importancia. De esta manera se piensa en más de una ocasión en cómo se percibía la historia desde el lado de Fernando el Católico. Aporta unas reflexiones finales, no faltas de audacia, donde se compara el Renacimiento con nuestros días. Aunque esto no es una primicia, sí establece equivalencias poco comunes entre políticas, situaciones de cambio y soldados a sueldo.

            Y, entre las novedades, parece inclinarse por el envenenamiento del Papa y de César en 1503. Algo que venía siendo descartado por los médicos y especialistas vuelve a la palestra en base a ciertas consideraciones sobre el cadáver de Alejandro VI (los fallecidos por malaria de la época no parecían adquirir tal color y volumen) y sobre el cardenal recién investido que los invitó a la cena en la que supuestamente fueron envenenados (una riqueza súbita, por ejemplo).

            ¿Por qué los Borgia siguen produciendo esta fascinación quinientos años después? ¿Por qué siguen apareciendo monografías y estudios? La paulatina publicación de la correspondencia clasificada como secreta por el Vaticano hasta hace pocos meses, muy probablemente, provocará nuevas apariciones en nuestras librerías. Los Borgia son todavía noticia, son todavía rentables y son todavía, y más que nunca, políticamente maquiavélicos, es decir, pragmáticos, utilitaristas e inteligentes.

            El ensayo es merecedor del elogio y aporta cierta documentación de interés como el mapa de la Italia Renacentista (mosaico de cristal mantenido con equilibrio inaudito), los árboles genealógicos o fotografías en color de obras de arte de la época que nos traen a los protagonistas de la historia. Si bien se echan en falta algunas otras representaciones del hombre que da esencia al libro y referencias de ubicación y autoría de estas obras de arte. Con todo un buen trabajo para quien desee conocer con cierta profundidad el complejo entramado de la península itálica en aquella época cruel y exquisita que fue el Renacimiento.

           

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.