Economía

Impuestos: más allá de la demagogia

Llevo un par de horas planteándome una dicotomia interna ante el artículo que escribió ayer, día 18 de agosto, mi compañera Krishna Avendaño. Por un lado tenía la posibilidad de realizar un comentario a su artículo, mientras que por otro tenía la opción de redactar un contrartículo. Pues bien, como puedes ver me he decidido por lo segundo.

Como bien dices, Krishna (perdona que repita tu nombre pero es que me encanta, cosas de estar casado con una mujer india) los impuestos son recaudados, por el Estado, de los individuos que conforman la sociedad gestionada por dicho ente jurídico, y de manera evidente, esta recaudación tiene su origen en los ingresos que tan sacrificadamente obtienen los propios individuos con su trabajo diario.

Estos impuestos sirven, después, para sufragar la burocracia administrativa de un Estado, el gasto público (sanidad, educación, seguridad, defensa, justicia,…), los proyectos de inversión en la sociedad, los proyectos solidarios y, por supuesto, la corrupción de algún que otro administrador público.

Comencemos, por ejemplo, por el gasto público. Convendrás conmigo, querida Krishna, en que la sanidad, la educación, la seguridad, la defensa, la justicia, etc., son bienes públicos y, por tanto, deben de ser organizados por una administración pública. Pero claro, también generan unos gastos que deben de ser pagados de alguna forma, y para ésto se utilizan los impuestos.

Sigamos, ahora, con lo proyectos de inversión en la sociedad. Cuando circulas por una carretera, ¿te has preguntado alguna vez quién la construyó? El Estado (sí, es cierto que fue una empresa privada, pero subcontratada en concurso público por la Administración). Cuando tomas un avión, ¿te has preguntado alguna vez quién pagó esa infraestructura? Eso es, el Estado. Y no seguiré, por no aburrirte ni a ti ni a ningún otro lector que esté leyendo este artículo por error. Pues bien, para ésto se utilizan los impuestos.

Ahora llega el turno de los proyectos solidarios, que parece que tanto te molestan. Estos proyectos no solo sirven para evitar que haya huérfanos en la calle, que también, sino que ayudan a cohesionar la sociedad, de forma que se limen las diferencias económicas y sociales entre las personas que la forman. Y es obligatorio que todo el mundo aporte con su dinero, porque todo el mundo se beneficia de esta cohesión social. De otra manera estaríamos incurriendo en el fenómeno del ‘free rider’. Para ésto se utilizan los impuestos.

Y claro, para poder gestionar estos tres puntos (y muchísimos más que no te voy a detallar por falta de espacio) se necesita una burocracia, una burocracia administrativa que siempre exaspera, pero sin la cuál no podríamos funcionar. Y para ésto se utilizan los impuestos.

¡Ah, se me olvidaba! Evidentemente, existe cierta cantidad de administradores públicos que se aprovechan de su situación para su beneficio personal. Ésto es una situación deleznable, pero, en cierto modo, inevitable, ya que el egoísmo y el aprovechamiento personal en contra del bien común forma parte de la esencia humana. Así que, por desgracia, para ésto también se utilizan los impuestos.

En definitiva, Krishna, me gustaría darte mi más sincera enhorabuena por tu artículo, a la vez que afirmo, con el mismo entusiasmo, que está basado en falsedades, parcialidades y demagogias.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.