Cultura

Hasta la vista, canalla

Te has ido sin despedirte, como no podía ser de otra manera, sin decir tan siquiera adiós, a tu estilo, como siempre hacías. Porque nunca te gustaron las despedidas, ni los recibimientos, ni el trato social, en general, eras un rancio.

Y como un rancio te has ido, para no volver, y ahora no sé que hacer, me siento vacío, hueco sin ti, pero no te preocupes, que no lloraré, no te daré ese disgusto, bastante ya tienes con lo tuyo. A cambio me iré de juerga, como tú habrías hecho por mi, a tu salud, a nuestra salud, a la salud del maldito cáncer que ha acabado contigo.

Te has marchado para siempre, sin que llegara a convencerte de ninguna de mis ideas, y sin que tú llegaras a convencerme a mí, y mira que ambos lo intentamos. Ni yo dejaré de ser un libertario, ni tú dejarás de ser un neoconservador, ¿qué importa ya?

¿Recuerdas nuestras noches de domingo? Horas y horas de charla, unas veces trivial, las más, otras profunda, las menos. Política, economía, fútbol, mujeres, la vida, ¡cómo nos gustaba hablar de la vida! Y disfrutarla, y exprimirla hasta las últimas consecuencias.

Porque, como tú siempre decías, en la vida sólo hay dos tipos de personas: los perdedores que se aburren y los perdedores que se divierten, porque aquí todos perdemos. Y cerrábamos los bares, y abríamos las churrerías, y no dejábamos mujer sin una muesca nuestra, porque la noche, el día, la vida era nuestra.

Me odiaste por casarme, por dejarte tirado por algo tan absurdo como el amor, pero lo comprendiste a conocerla a ella, y me perdonaste, y la perdonaste a ella, y volvimos a ser uno, para lo bueno, pero, sobre todo para lo malo, que siempre es más divertido.

Inacabado queda, para siempre, nuestro proyecto. Ese guión que comenzamos tantas veces, y por el que siempre acabábamos discutiendo. Ahora ya no se acabará nunca. Lo dejaré en el cajón de mi mesilla de noche, allí quedará para siempre la mejor película de la historia, ¿qué le vamos a hacer?

Lamento no creer en nada más que en lo terrenal, porque si creyera en algo más te diría que nos vemos en el infierno.

Pero como soy ateo, ateo y de San José, no te puedo decir nada más que ¡hasta la vista, canalla!

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.