Cultura

Diálogo interno V (El frío)

Superyo: Enciende la calefacción.
Yo: ¿Por qué? Todavía es pronto, sólo estamos en octubre.
Superyo: Tú verás, pero si no la enciendes se me van a congelar las ideas.
Yo: ¿Qué ideas?
Superyo: Muy gracioso.
Yo: Sí, tengo mis momentos. Si encendemos la calefacción ahora, ¿qué harás en enero?
Superyo: Mudarme de cuerpo.
Yo: ¿Y adónde vas a ir que te trate mejor que yo?
Superyo: A cualquier cuerpo. Pero bueno, eso es soñar en balde, porque no me puedo desplazar. Cosas de no ser materia física.
Yo: No ibas a tener todo ventajas.
Superyo: Estás un poco borde hoy, ¿qué te pasa?
Yo: No sé. Estoy raro.
Superyo: ¿Otra vez?
Yo: Sí, otra vez. Pero esta vez no es conmigo, sino con el mundo.
Superyo: ¿Y qué le pasa al mundo? ¿La crisis?
Yo: Efectivamente, la crisis, o mejor dicho la no-crisis.
Superyo: No entiendo.
Yo: ¿A qué parece que todo lo que está sucediendo en el mundo es la crisis financiera?
Superyo: Sí, bueno, la crisis y las muertes violentas en España.
Yo: Te he dicho que dejes de ver el telediario de Telecinco. En cualquier caso, ¿te has parado a pensar a cuántos países afecta la crisis?
Superyo: Pues la verdad es que no.
Yo: Pues, piénsalo. Realmente le afecta a Estados Unidos, a Europa, a India, a China y a Japón. La crisis financiera sólo afecta a este grupo de países, a los más avanzados, a los más industrializados, a los más liberalizados, vamos, a lo mejor de lo mejor.
Superyo: ¿Y qué?
Yo: Pues piensa en todos los países que no están sufriendo la crisis financiera. Hablo de países que no se plantean el colapso del sistema financiero, porque no tienen sistema financieros, que no se plantean la seguridad de sus depósitos, porque no tienen para comer, que no les importa la bajada del tipo de interés, porque ni siquiera tienen dinero. Esos países no están sufriendo la crisis financiera, porque viven en una crisis permanente.
Superyo: Sí éso es cierto, pero roza, roza la demagogia. ¿Qué planteas? ¿Qué dejemos de resolver nuestra crisis financiera porque hay otros países peor?
Yo: No lo que quiero que tengas claro es la injusticia de este mundo, y lo poco que hacemos para resolverla. La economía mundial tiene recursos suficientes para alimentar a toda la población del mundo, pero en lugar de ello, los países occidentales nos empeñamos en crear escasez, una escasez que genera la pobreza de los otros países, de esos otros que nunca dejaremos que nos alcancen.
Superyo: Pero China e India nos están alcanzando.
Yo: Sí, pero son casos diferentes. La primera juega con reglas diferentes a las del resto del mundo, optó por el desarrollo económico a cambio de la libertad, y la segunda fue utilizada por los imperios anglosajones, hablo de Inglaterra primero y de Estados Unidos después, y ahora han aprendido de ellos para imitarlos. India primero quiso imitar a Inglaterra y ahora quiere imitar a Estados Unidos, al menos en lo que se refiere a las clases media y altas, porque el resto de la población bastante tiene con sobrevivir y rezar a su Dios.
Superyo: Sí, éso es verdad, pero ahora no podemos hacer nada.
Yo: Sí, éso lo entiendo. Pero deberíamos reflexionar para cuando salgamos de esta crisis financiera, para que no volvamos a caer en los mismos errores. Hay que evitar el expolio de países africanos, como lo que está sucediendo en el Congo, impedir la xenofobia evidente contra países de ideología musulmana, como está sucediendo con todos los países del Golfo Pérsico, o el veto agrícola, como está sucediendo con todos los países de Sudamérica.
Superyo: Reflexionemos, pues.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.