Cultura

Canción francesa: Ben Ricour

Ben Ricour es un chico que irradia su luz interior allá por donde va, sea en una actuación en un bar o en el escenario durante una de sus giras en solitario. Se percibe este halo de sinceridad que irradia sobre el escenario con toda la vitalidad que nace del éxtasis rítmico que le invade de repente y que sabe trasladar al público como si fuera un seísmo de felicidad.

Pocos cantantes en Francia saben entregarse en concierto como lo sabe hacer Ben Ricour, un músico que compone sonidos trepidantes, con una caja de resonancia en el pie izquierdo (percusión peruana), un sampler en el pie derecho y una guitarra entre las manos.

«Conseguir que la gente pueda evadirse, elevarse de sus asientos, esta es mi misión»

, explica con calma, serio, con su voz profunda. Decir más sería traicionar su tranquila humildad, formada durante muchos años con sus actuaciones en los bares, en el seno de grupos de rock o de reguetón, antes de firmar un contrato y de componer para Olivia Ruiz («J’traîne des pieds») o Florent Pagny («Abracadabra»).

Él ha entendido servirse de esta luz como si fuera un proyector, y con la mirada centrada en sus recuerdos íntimos ha escrito sus canciones, inspirado, siempre, por sus dos hijos mayores, «Bashung, por el lado de la sombra, rock, su universo; Souchon, por el lado cortante y a la vez ligero».

Nació un nuevo álbum, realizado por Patrice Renson y Olivier Lude (-M-, Vanessa Paradis, …), el segundo, creado en seis meses, durante las noches, en la incomodidad calmante de una punta de un cuarto de 6 m2, sin calefacción, como si esta estrecha matriz le empujara a darse a luz a sí mismo. «El primer álbum L’aventure no se me parecía, pero con él gané en proximidad, en urgencia.»

Sobre estos muros decrépitos, con «Ton image», álbum cinematográfico con sus canciones-escenario, sus imágenes se mostraron con toda su nitidez. Una luz de invierno baña diez de sus once piezas pop-rock, brillantes y calurosas, a pesar de la dureza de la temporada invernal, un solitario («Tu es attendue»), invitación erótico-poética a unas vacaciones epicúreas, escrito en colaboración con Pierre Grillet, sacrificando al verano. «Amo este período invernal, que siempre me ha inspirado.»

Un hombre anda por la nieve, a la vez que la imagen ofrece la visión angosta y agradable de un viejo amor; la imagen se impone sobre él; así es «Ton image», y la voz sensual de Ben Ricour que se arrastra un poco sobre las sílabas y que gusta tanto a las chicas.

En otra imagen, un hombre anda en círculo por una habitación de un hotel y se pregunta sobre sus orígenes, la memoria repentinamente atrae la imagen de su madre. Es en «¼ de sang» donde Ben, nacido en Malakoff de una madre mitad vietnamita, mitad italiana, se siente «de aquí, pero también de allá.»

O «Alors, t’es là…», comedida y sobrecogedora evocación de un compañero de instituto muerto a los diescisiete años, y que nunca ha olvidado.Para resaltar también el placer sencillo e inmediato que proporciona este álbum, amenizado con golpes de guitarra, fluidas piezas de piano firmadas por Albin de la Simone y ondas luminosas de Martenot de Thomas Bloch, un apasionado coleccionador francés que ha trabajado con Radiohead y Damon Albarn, es necesario citar también «Amoureux / Amoureux», una canción tubular de delicadas fisuras. «L’heure d’hiver», tiene una melodía soleada que cosquillea agradablemente el cielo grisáceo; «Cinq Minutes» y su gimeante miniescenario de ruptura sobre aquella -M- cuenta con una aportación en parte muy personal de sonidos de guitarra, como también «Sors de l’ombre», adaptación de un texto escrito por Michaël Furnon, de Mickey 3D. Un mantra hipnótico y combativo, que persigue cambiar el destino o darle forma, y que dice básicamente: «Incluso si ellos ya no me quieren / Yo seguiré siendo el mismo.» «Sí, yo también, yo seguirié así, asegura. Después de mis debuts tengo siempre la impresión de estar en lucha…»

Esta vez, no obstante, el combate parece ganado. «Por este álbum, dice, yo he dado todo.» Con«Ton Image», Ben Ricour sale por fin de la sombra y sale a la luz… A sus 30 años, Ben Ricour cuenta ya con una carrera profesional de más de 10 años. Originario de un barrio periférico del sur de París, este artista autodidacta debutó con los grupos de rock de su barrio. En 1994 se lanzó para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión con el grupo de Arturo Pastor, del que fue el cantante principal. Este episodio duraría 5 años. Después de largos meses en carretera, Ben Ricour volvió a reunirse con Pierre Grillet (autor de canciones para Alain Bashung, Dani y Alain Chamfort), quien se convirtió rápidamente en su cómplice artístico. En otoño de 2005, el cantante presentó su primer álbum titulado “L’aventure”, que abre al público su universo personal con ritmos de pop, soul y swing.

A finales de 2006, Ben Ricour volvió al estudio para grabar su segundo álbum en solitario, «Ton image», que salió a la venta el 29 de octubre de 2007.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.