Cultura

El arte de vivir

De nuestros amigos los occidentales (los del norte europeo y los de oeste americano) tenemos mucho que aprender. A fin de cuentas, ellos han inventado este sistema del que tanto protestamos, pero fuera del cual no sabríamos vivir: democracia, economía de mercado, respeto a los derechos individuales. Tenemos que aprender, entre otras cosas, la importancia del trabajo bien hecho, el civismo y el respeto por lo público, el esperar más de la propia iniciativa y menos del Estado.

Sin embargo, también ellos tienen que aprender algo de nosotros los meridionales. Por ejemplo: saber disfrutar de las relaciones personales, de la charla demorada, de la tertulia; ocupar los espacios públicos —las plazas, las calles— como algo vivo; el sentido colectivo de la fiesta; la importancia de la familia (para nosotros último recurso, donde se resuelven todos los problemas); el sentido de la solidaridad entre vecinos; el arte de comer bien y hacer de la comida el centro de relaciones placenteras entre amigos; el saber vivir con los ritmos de la naturaleza; el colocar el trabajo en su justo lugar, no como centro absoluto de la vida; cierto sentido de la conformidad con la desgracia que tiene un punto de fatalista; la generosidad y la hospitalidad, aun cuando se tiene poco que ofrecer; el dar tiempo al tiempo, dejar que las cosas maduren solas; el saber, en algunos momentos, “no hacer nada”, lo cual es más difícil de lo que parece.

Todo esto configura una forma de ser y estar en el mundo: eso que llamamos pomposamente una “cultura”. Se trata de una sabiduría antigua, lentamente acrisolada, con profundas raíces en el tiempo. Váyase cualquier día a una de nuestras plazas y escúchese la charla de las personas mayores. En ella hay una sabiduría que no puede improvisarse; un conocimiento que se resume en una actitud que yo llamaría “humanista”. Esto es: las instituciones, el trabajo, la economía, todo se ha hecho para servir al hombre; y no al contrario. El hombre es el centro de todas las cosas. Lo importante no es lo que tenemos, sino lo que somos.

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.