Sociopolítica

Pececillos

Revoloteo sobre las cosas o entre las personas y pesco pececillos en las nubes…

En la lista de los diez libros de ficción más vendidos, según El Cultural de El Mundo, figuran cuatro novelas de Stephanie Meyer y dos de Stieg Larsson. Las primeras son de vampiros. Las segundas, me dicen, policiacas. Los lectores mayoritarios son víctimas, y a la vez verdugos, del pensamiento único.

No he leído nada de esos dos autores. Me aburre la literatura fantástica, a no ser que sea de ciencia-ficción, y lo mismo, en líneas generales, podría decir de las novelas en las que se resuelven crímenes.

Excepciones: Conan Doyle y Simenon. Pero nunca me ha gustado la serie negra.

No leo para entretenerme ni, menos aún, para distraerme, sino para lo contrario: concentrarme, prestar atención… La gente, por lo visto, se aburre. ¿Aburrirse? ¿Hay algo más divertido que mirar hacia dentro? ¿No está eso al alcance de todo el mundo en cualquier tiempo, circunstancia y lugar?

Más pececillos… Sale por la tele uno de los pepeístas valencianos implicados por Garzón Yavé en no sé qué turbio asunto de sastrería y dice: “Manifestamos la absoluta negación de…”.

Jerigonza de los políticos. ¿Ignora ese señor que debería haber dicho “negamos tajantemente”? Pues sí: lo ignora.

Sus congéneres, sean de la cuerda que sean, y también los todólogos de las tertulias radiofónicas y televisivas, recurren a razón de diez veces por minuto a muletillas tan tediosas, inútiles y cursis como “con lo que está cayendo”, “de mucho calado”, “verde y con asas”, “blanco y en jarra”, “se puede decir más alto, pero no más claro”, “puro y duro” o “como no podía ser de otra manera”.

Hay una locutora en Radio Nacional que dice “escuchantes” en vez de decir “oyentes”.

El otro día mencionó alguien por la radio un perfume de mucha “flagrancia”. Como lo pille Garzón, lo empapela. Al perfume, digo, no a la lumbrera que lo recomendó.

Última perla encontrada en las ostras del analfabetismo de la telecaca: “entre comitas”. Lo dijo una de esas presentadoras que son todo tetas.

Si no saben hablar, ¿cómo van a gobernar, opinar o informar?

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.