Ciencia

HIJOS DEL CIELO?

Parece ser que se ha hallado ácido fórmico, uno de los ingredientes que se consideran fundamentales en esa sopa primigenia de la cual todos venimos, en un meteorito que cayó en el lago Tagish de Canadá, alrededor del año 2000.
Tras los pertinentes análisis han puesto de manifiesto que la piedra posee niveles muy superiores de este componente que los hallados hasta la fecha en objetos similares.
Pero un dato muy alentador para los que, entre los que me incluyo, esperamos el descubrimiento oficial de vida proveniente de fuera de nuestro planeta, es que los científicos consideran con una alta probabilidad, que su origen hay que situarlo fuera de la tierra, es decir, origen extraterrestre. Parece ser además que las bajas temperaturas han evitado que el ácido fórmico se disipara.
Siempre me atrajo desde muy pequeño la teoría de la Panspermia, desde que escuché por primera vez este concepto en un capítulo de la serie COSMOS, del desaparecido Carl Sagan. Creo que es coherente aunque parece ser que la comunidad científica está divida en este sentido.
Durante los años setenta es cuando la comunidad científica encontró muestras de moléculas de origen orgánico en el polvo interestelar. Es a partir de dicho momento cuando cobra fuerza progresivamente esta teoría.
Es por consiguiente, una teoría que explica o pretende explicar el origen de la vida como fenómeno exógeno de la Tierra, siendo los portadores de dichos integrantes orgánicos, los cometas.
Sin embargo esta teoría puede ser la pescadilla que se muerde la cola; y me explico: si bien puede ser una hipótesis coherente del origen de la vida en la tierra, viniendo de fuera, entonces la pregunta es ¿cómo se formó en el lugar de origen de donde provienen este cometa o cuerpo celeste? Pero además habría que dar respuesta a la cuestión de ¿cómo pudieron sobrevivir estos organismos o componentes (la verdad no sabría cómo llamarlos) a un acontecimiento a priori tan traumático como es el hecho de ser expulsados del punto de origen (supongamos un planeta) a una velocidad que se presupone en principio, enorme? Y no digamos de la duración de dicho viajecito, o las condiciones que se dieron durante el mismo. Y sin contar con la “bienvenida” que a buen seguro le daría la atmósfera imperante, en el pasado o ahora (¿cuál sería peor?)
Preguntas y más preguntas, para una o pocas respuestas posibles.
De la otra parte, sus detractores, argumentan que no es necesario recurrir a tan exógena teoría. Otros experimentos que rechazan en principio esta teoría han demostrado que se puede formar aminoácidos como efecto de aplicar descargas eléctricas en un “escenario” artificial donde abunda el amoniaco, metano, agua, etc.
En fin, la eterna dualidad, aunque como en todo, quizás la solución esté en considerar como verdadera la hipótesis “media” y que puedo haber parte de uno y otro proceso en la generación de la vida, al menos en nuestro pequeño planeta azul.
Lo que no se, y quizás nunca sabremos, es si detrás de ambos procesos hipótesis se escondería un diseño inteligente, un proyecto en definitiva donde las religiones puedan acogerse. Quizás al final todo es cuestión de creencias o de fe.
Pienso que con toda probabilidad el universo conocido es un verdadero hervidero de vida, y que más temprano que tarde la Humanidad tomará conciencia de que nuestro destino inevitablemente (dado los recursos limitados y escasos con los que cuenta nuestro planeta) será las estrellas.
Bien mirado, quizás del cielo provenimos, y hacia allí nos dirigiremos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.