Economía

Diálogo interno XIX (De crisis financiera, desempleo y juncos)

Superyo: Tú que eres un experto, ¿hemos salido de la crisis o no?
Yo: Esa es la pregunta del millón.
Superyo: Pero, ¿alguien la puede resolver?
Yo: Supongo que no.
Superyo: Entonces ¿para qué servís los economistas?
Yo: Sí, eso me pregunto yo muchas veces. En serio, los economistas hacemos previsiones para mañana con los datos de hoy, pero, claro lo que suceda mañana dependerá de los datos de mañana y esos sólo los podemos imaginar nunca los tenemos con certeza.
Superyo: ¿Y qué me dices de otras ciencias?
Yo: Otras ciencias utilizan datos ciertos, inamovibles, leyes físicas o químicas que no se alteran de un día para otro, sin embargo los economistas utilizamos datos provinientes de los seres humanos, los economistas estudiamos el comportamiento económico de los seres humanos y ya sabemos todos lo cambiantes que somos.
Superyo: Sobre todo las mujeres.
Yo: Ese es un comentario un poco machista, que no te debería permitir.
Superyo: Está bien, no me meteré con ellas. Dejame que reformule la pregunta de otra forma, ¿tú crees que la salida de la crisis está cerca?
Yo: Todos los indicadores macroeconómicos apuntan a que sí, a que se comienzan a atisbar signos de mejoría, y claro la percepción de estos signos afecta positivamente a los seres humanos lo cuál provoca que mejore aún más, es una espiral positiva. Otra cosa es si hablamos de España.
Superyo: ¿Qué le pasa a España?
Yo: Pues que aquí tardaremos más en recuperarnos.
Superyo: ¿Por qué? ¿Spain is different?
Yo: Sí, algo así. En España habíamos crecido con una burbuja inmobiliaria, nada más, y ahora hay un stock de viviendas sin vender increíble, lo cuál hace que no se construya más, por lo que este sector se puede dar por olvidado, además nuestro mercado laboral nos impide adaptarnos a las situaciones de manera rápida, somos demasiado rígidos.
Superyo: Explícate.
Yo: Voy a utilizar una metáfora típica. Imagínate un tronco duro, rígido, cuando viene un fuerte vendaval el tronco aguanta, pero cuando el vendaval es más fuerte acaba por ladearse e incluso caer. Luego cuando el viento se va el tronco nunca vuelve a su lugar original, siempre quedará ladeado. Ahora piensa en un junco, de esos que abundan en las carreteras. En cuanto hay un poco de viento cede ante él, pero una vez que el viento se va su recuperación es inmediata. Eso sería un mercado laboral flexible.
Superyo: Sí, pero un mercado laboral flexible provocaría pérdidas de empleo a la menor ráfaga de viento, con lo que estaríamos siempre de crisis.
Yo: No, porque las recuperaciones serían inmediatas, con lo que se trataría de un desempleo puramente friccional, el pasar de un empleo a otro, y para esos espacios de tiempo estaría el Estado del Bienestar. Sin embargo, con la rigidez sólo se consigue largas temporadas de desempleo, lo cuál es peor para todos, para la persona que lo sufre y para el Estado que lo tiene que pagar.
Superyo: Visto de esa manera y teniendo en cuenta mi ignorancia en la materia, te aceptaré la tesis.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.