Lo vengo comentando hace ya bastantes años y no en solitario, puesto que otros muchos lo vienen haciendo. O sea venimos denunciando la brutal escalada de la delincuencia de todo tipo que asola a España por sus cuatro costados, mientras el aparato policial y judicial que pagamos y que ha crecido enormemente, no es capaz de controlar tanto desmán y llevarlo al menos (no pretendemos más «progresos») a los niveles de 1975 y cuando murió Franco y fue enterrado junto con el franquismo. En aquella época la delincuencia era tan escasa que apenas si la notábamos y era lo extraordinario; el ver un hecho reflejado en la prensa y demás medios de comunicación, por cuanto de escasez había.
No… no me he excedido en el titular que empleo; puesto que lean lo que dicen en el extranjero sobre este tema:
«El 35 % de las bandas rumanas que actúan en el exterior se afincan en España: La policía de Rumanía dice que nos ven como «el país de las oportunidades» (son los titulares en ABC del 15-06-2009) luego sigue una página completa de información y datos, de la que copio algunos sueltos: «Los delincuentes piensan que España es un destino dorado para cometer sus crímenes» – «lo trasmiten así las policías de otros países a sus colegas españoles» – «en 2003 se detectaron en España 542 grupos de delincuencia organizada; cuatro años después había 564» – «156 colombianas, 145 marroquíes, 114 rumanas… las más nutridas son las rumanas».
Como bochornoso boceto ya es más que suficiente como para que dimitiera el gobierno en pleno; puesto que no es ni explicable y menos tolerable el que ya y como dije hace tiempo; no son sólo bandas, es que hay ejércitos de delincuentes organizados y que operan coordinadamente desde gran parte del territorio español y coordinados por jefes, desde incluso puntos del extranjero. Se habla de que todos estos bandidos, son la escoria de la guerras balcánicas y que acabadas estas y con todo el utillaje y las técnicas militares, operan bajo estos parámetros en la delincuencia común, tocando todos los palos de la delincuencia y los que el citado periódico detalla pormenorizando todo o gran parte de lo que hacen estos ejércitos que como se ve, operan con más impunidad que en sus propios países. Aparte de estas escorias balcánicas, aquí se afincan rusos, sudamericanos, asiáticos (no olvidemos a los esclavos y esclavistas chinos) y de todas las partes del mundo, puesto que los jefes, entre ellos deben comunicarse y se animan unos a los otros para establecerse en este paraíso del robo y de todo tipo de delincuencia en que nos han convertido a España.
Puesto que no olvidemos desde a ese asesino máximo y cuyo nombre me niego a reproducir… y al que se le atribuyen veinticinco asesinatos, confesados (vete a saber los que aún hay por descubrir) y que se pasea libremente, por «la verde Irlanda», pasando por todos los demás, incluyendo grandes asuntos en la delincuencia de las drogas y donde jefes importantes han salido ilesos, amén de todo lo que está ocurriendo en el campo político y que es un barbecho para todo tipo de desvíos, malversaciones, sobornos y demás podredumbres de la ya muy podrida política española… aquí y nacionalmente hay para no acabar y además, nadie parece preocuparse por ello; pues los irresponsables que dicen gobernarnos, sólo están pendientes de los votos que les puedan dar o quitar el poder y se enzarzan en peleas «de corral», que al español nos importan un rábano… o «un octavo de rábano».
Otros titulares (ABC 14-06-2009) nos confirman el desastre que ya es España, interprételo el que esto lea, pues afirman así de contundente: «Guardias civiles y policías piden juzgados de crimen organizado para evitar la impunidad» – «En cuanto aparece la asociación ilícita muchos jueces deciden inhibirse», dice un mando policial». Siguen dos páginas de amplia información y que ponen los pelos como escarpias a cualquiera que se decida a leerlas y luego meditarlas.
Todo ello demuestra que no tenemos gobierno, que no tenemos oposición, que estamos indefensos cuasi totalmente y que sólo se nos quiere para pagar impuestos y todos los malgastos de una clase política que está fracasada totalmente, pero que encastillada en sus reductos de poder, ya digo… sólo les preocupa la poltrona para sus culos o posaderas.