Cultura

Reflexiones del Dr. Paulo Antonio Paranaguá acerca del cine documental en América Latina

cimg23501.   1.   Hemos tratado de ver algunas de las tendencias del documental. Lo hemos hecho a través de un análisis histórico. Me parece importante subrayar que la historia tiene interés, nos aclara cuál es la evolución del cine y nos aporta algo sobre lo que está haciendo el cine hoy. Ciertas evoluciones del documental,  de la dramaturgia del documental, no lo hubiéramos podido hacer sin haber visto documentales de los años sesenta. Si no hubiéramos empezado con los años sesenta, quizás, cierta evolución no estaría tan clara como las sesiones que tuvimos. Esa es una primera enseñanza, puede parecer banal pero no lo es. Creo que es importante ver el análisis fílmico, el análisis de las películas no se contrapone con un enfoque histórico, al revés un enfoque histórico puede aclarar otros elementos de comprensión sobre lo que está ocurriendo ahora…

2.       Hemos procedido de cierta manera a través de las películas a hacer un análisis de historia comparada. No hemos examinado películas cubanas, brasileñas, argentinas y colombianas en forma aislada como si esto no tuviera nada que ver unas de otras sino el hecho de verlas aportaba elementos de comprensión. Nos ha aclarado un poco sobre los caminos del documental  de los años sesenta a pesar de contextos diametralmente opuestos como los de Cuba y Brasil… Hacer cine documental desde la denuncia y el poder desde la reforma de la revolución no tiene nada que ver  y sin embargo hubo elementos comunes en ese cine documental de los años sesenta que nos ayudaron a entender lo que está ocurriendo ahora. De la misma manera cuando nosotros abordamos la cuestión de la subjetividad en el cine y del cine grabado en primera persona de alguna forma… pusimos a dialogar una película argentina con una brasileña y con una película cubana, sobre temas totalmente distintos, cineastas de generación, también, diferentes… pero ese diálogo entre las películas es parte de otra visión que es posible hacer, esa comparación de posibles diálogos. Eso implica borrar las diferencias. Esa forma de encarar el cine como un objeto propicio a la historia comparada es lo que explica esa manera como les he presentado las películas y me parece que es un camino que queda. La película no se termina cuando se prende la luz, el curso no termina necesariamente hoy. Cuando nos separemos hay otras películas que existen la posibilidad de seguir a través de ciertas lecturas y con nuestra propia reflexión. Creo que aquellos que están en la docencia y que destinan, de alguna manera, a ello es importante (y lo digo con mucho placer) tener en cuenta que la transmisión es una tarea noble y, al mismo tiempo, es posible si existe investigación. En la medida que nosotros hacemos un trabajo para constantemente renovar, buscar en la tradición formas nuevas, objetos nuevos, ideas nuevas, nuevas problemáticas y por lo tanto restablecer de nuevo el diálogo. Hay que respetar la integridad de las películas tratar de entenderlas como tales. Cada uno puede hacer su camino en la interpretación y eso más que un curso donde hay una conclusión es una forma de abrir caminos, de despertar sensibilidades, de imaginar otros trayectos, otras posibilidades, y si sirvió de estimulo como me sirvió a mi para tratar de poner a prueba este tipo de hipótesis… entonces creo que valió la pena.

Reflexiones realizadas durante el curso Dilemas del cine documental en América Latina. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.