Cultura

¿Literatura infantil?

Hablar de literatura infantil implica trasladarse a otras épocas, a dejar de lado el adulto para volver a la Tierra del Nunca Jamás, buscar en lo más profundo del alma aquel envoltorio que una vez se llevó en el tiempo.

Es un viaje a la inocencia, pero a la vez a los rencores, a los miedos y la tristeza. Pues la vida nunca fue pura alegría, aunque tampoco una eterna amargura. Se suele decir que los niños son puros y buenos, pero no bien uno hace memoria, recuerda las mezquindades y las crueldades de la que fue víctima o victimario en aquellas tempranas edades de la vida.

La literatura infantil, por su parte, abunda y exagera en estereotipos y paradigmas. Muchas veces fue despreciada y considerada como un género menor, posiblemente no por su contenido, sino por su público, pues ¿qué saben los niños?

El héroe, la princesa, los animales que cobran vida, los castillos, las hadas, entre muchos otros, son elementos repetitivos hasta casi la exageración cuando se escribe para niños. Los escritores suelen ser adultos (los niños pequeños no saben escribir), y no resulta extraño de que parezcan historias escritas para adultos. Más bien muchas lo son en realidad. La mente del adulto ha madurado y ha perdido en cierta manera el rico manejo de la imaginación que tenía de niño. Si un hombre abusa de su imaginación y fantasía probablemente sea tildado de “inmaduro”. Pero si ese hombre escribe para niños, posiblemente sea un buen narrador de cuentos.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.