Crítica de “Percy Jackson y el Ladrón del Rayo”

Este fin de semana pudimos ver “Percy Jackson y el ladrón del rayo”, adaptación de la novela publicada en nuestro país con el título “El Ladrón del Rayo”, primera entrega de la saga creada por Rick Riordan “Percy Jackson y los dioses del Olimpo”.

La cinta esta dirigida por Chris Columbus, un autentico experto en este tipo de aventuras y protagonizada por Logan Lerman, al que vimos hace muy poco en la cinta de ciencia-ficción “Gamer”, acompañado de un reparto de lujo, que cuenta con Rosario Dawson, Uma Thurman, Pierce Brosnan, Catherine Keener, Sean Bean, Kevin McKidd, Steve Coogan, Joe Pantoliano, Melina Kanakaredes, Brandon T. Jackson, Erica Cerra, Chelan Simmons, Jake Abel, Alexandra Daddario, Serinda Swan, Luke Camilleri, Stefanie von Pfetten.

Percy Jackson es un auténtico imán para los desastres y tiene problemas en el instituto, “pero ése el menor de sus retos”. Estamos en el s.XXI pero los dioses del Olimpo parecen haberse escapado de las páginas del libro de texto de Percy sobre la mitología griega para colarse en su vida. Percy se ha enterado de que su verdadero padre es Poseidón, dios del mar, lo que significa que Percy es un semidiós, mitad humano, mitad dios. Al mismo tiempo Zeus el rey de todos los dioses, ha acusado a Percy de robarle su rayo… la versión original de las armas de destrucción masiva. Ahora, Percy debe prepararse para la aventura de su vida, y lo que está en juego no puede ser más importante. Con unas nubes de tormenta de malísimo agüero oscureciendo el planeta y corriendo peligro su propia vida, Percy se encamina a un lugar especial llamado Campo Híbrido, donde se somete a un entrenamiento que le permita utilizar su recién descubiertos poderes y evitar una devastadora guerra entre los dioses. Allí, Percy conoce a otros colegas de semidivinidad -la guerrera Annabeth, que anda en busca de su madre, la diosa Atenea; y Grover, amigo de la infancia y protector de aquélla, que en realidad es un valeroso sátiro que aún no ha sido puesto a prueba. A continuación, Grover y Annabeth emprenden junto a Percy una increíble odisea transcontinental que les lleva a una altura de seiscientos pisos sobre Nueva York (el portal del Monte Olimpo) y al icónico anuncio de Hollywood, bajo el cual arden los fuegos del Averno. Al final del viaje se encuentra el destino del mundo -y la vida de la madre de Percy, Sally, a la que Percy debe rescatar de las mismas entrañas del infierno.

Crítica, bien cogemos un vaso de cóctel, añadimos en él, un poco de “Harry Potter”, una pizca de “Crónicas de Narnia” y “Furia de Titanes”, agitamos bien y ¡tachaan!, conseguimos “Percy Jackson y el Ladrón del Rayo”. Demasiadas coincidencias con la saga del mago, salvo que en esta, utilizan la mitología griega como telón de fondo, y aunque las comparaciones son odiosas, sin duda tienen muchas cosas en común, los dos jóvenes descubren sus poderes y son llevados a un lugar especial donde aprender a manejarlos, ambos tienen dos fieles amigos que les acompañan en sus aventuras, Harry cuenta con Hermione y Ron, y Percy con Grover y Annabeth. Las dos sagas han contado con el mismo director Chris Columbus, suyas son las dos primera entregas de Harry Potter (Harry Potter: y la piedra Filosofal, Harry Potter: La cámara secreta).

La película aunque entretenida para un público más adolescente, que a pesar de contar con una gran cantidad de efectos especiales, criaturas fantásticas y con estrellas de altísimo nivel, no aporta nada nuevo al género, con un argumento plano y previsible. Habría que decirles a los guionistas que se documenten al preparar una historia, Perseo se había cargado a la Medusa en la mitología griega, ¿entonces que pinta en esta historia? y si la metes, que sea una descendiente o una nueva. En cuanto a los actores, destacar la interpretación de Rosario Dawson, que aunque breve, esta genial como Persefone, mujer de Hades.

En definitiva, una película entretenida, sin demasiadas pretensiones y que hace que tenga más ganas que nunca de ver el remake de “Furia de Titanes” para quitarme el gusto amargo de esta cinta.

Fuente: Cinemascomics