Economía

El ahorro negativo (El ahorro en 2009 se situó en el 18,8%, la cifra más alta de la historia)

La Economía es una ciencia tan rica que nunca deja de depararnos paradojas que nos enriquecen y nos hacen devanarnos los sesos en busca de una solución satisfactoria cuando todos sabemos, o deberíamos de saber, que las paradojas no tienen solución, son simplemente regalos para la reflexión.

La nueva paradoja se centra en el ahorro, en el crecimiento del ahorro en una época de crisis como la actual. ¿Cómo es posible que en 2009 se haya dado la cifra más alta de ahorro de la historia (al menos desde que el INE mide esta serie, desde el año 2000)? El sentido común nos dice que en época de crisis el ciudadano utiliza sus reservas, sin embargo, ahora comprobamos que no sólo no las está utilizando, sino que las está incrementando.

Sin embargo, el sentido común también tiene una doble cara y como una moneda cualquiera puede ofrecernos una argumentación diferente. Las familias que no han sufrido la pesadilla del desempleo en estos momentos se encuentran en una situación financiera mejor que al empezar la crisis.

Los precios se han reducido de manera importante en el año 2009 y el Euríbor ha comenzado a reducir su valor de una manera drástica. Es decir, puede comprar más barato y tiene que destinar menos recursos a pagar su cuota hipotecaria.

Sí se aprecia, no obstante, un cambio de tendencia en el ciudadano. Si hace un par de años esta situación más boyante hubiera sido utilizada para el consumo, ahora, ante el pesimismo generalizado y ante la creencia, real, de que nos encontramos en una gran crisis y el miedo, también real, a perder el empleo, el ciudadano está dedicando sus recursos al ahorro.

Y lo que parece una decisión acertada está condenando la recuperación económica de todos los países. La economía capitalista está basada en el consumo de los ciudadanos. Si estos no consumen se rompe la cadena y todo el sistema se viene abajo.

Una empresa fabrica para que el ciudadano consuma, si éste no consume la empresa no produce, cierra, y el ciudadano se queda sin empleo. Por tanto, lo que parece una decisión acertada, como es la de ahorrar la mayoría de los recursos privados, torna en errónea, al provocar la pérdida de empleo.

Evidentemente, se trata de una argumentación simplista y sin valorar otros puntos importantes, pero sí que nos ayuda a comprender la importancia del consumo en nuestra sociedad, sin confundir, eso sí, consumo con consumismo.

El ahorro excesivo, por consiguiente, es negativo, y lo que parece un buen dato como es el incremento del porcentaje de ahorro de los ciudadanos, es, en el fondo, una mala noticia. Consumamos pues, todos, y permitamos que la economía renazca de sus cenizas, pero hagámoslo con criterio económico, ecológico y social.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.