Una sinergia es una “acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales”, que aplicado a un mundo empresarial, a un mercado competitivo en cualquier sector, sería lo mismo que dos empresas del mismo sector, pero con diferente producto, colaborando en busca de un mejor posicionamiento o un mayor beneficio.
En el mundo de hoy en día, globalizado y competitivo, las sinergias entre empresas diferentes son esenciales. Sin embargo, en la anacrónica jerarquía empresarial española todavía se sigue viendo como un riesgo más que como una ventaja.
Mi experiencia profesional me ha venido a demostrar que los empresarios españoles aún miran con recelo todas aquellas propuestas que suponen una colaboración, en mayor o menor grado, con otra empresa que pudiera suponer cierta competencia.
Dos empresas promocionando sus servicios por separado consiguen unos beneficios determinados, pero esas mismas dos empresas combinando parte de sus servicios para ofrecer un producto más atractivo al cliente conseguirán atraer a un mayor número de potenciales clientes. Luego, estas mismas personas podrán adquirir productos o servicios adicionales a los que contrataron previamente en la combinación de servicios.
Parece cosa de sentido común, pero por desgracia, no es el más común de los sentidos, y en España se sigue despreciando el valor de las sinergias, más allá del interior de una misma organización, lo cuál cobra mayor importancia en un entorno de escasez de demanda, como estamos viviendo actualmente.
