Joyas musicales LXIX (“El Necio”)

Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui, abriendo puertas mientras otras se cerraban, errando el camino, gracias a lo que aprendí, soñando con vivir, mientras vivo soñando en un presente que forjo a golpe de arrebato de pasión racional.

Soy un necio sin solución, un avaro sentimental, un loco que todavía cree, no en la religión, sino en la raza humana, un cazador de metáforas imposibles y un amante de historias inconexas que supuran vitalidad, un necio que no quiere hacer otra cosa más que seguir viviendo.

No se me ocurría nada mejor para celebrar el 1 de mayo que una poesía de Silvio Rodríguez.

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El Necio

Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares.
Me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
allá dios, que será divino.
yo me muero como viví,
yo me muero como viví.

yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un “hijo nuestro”.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
mas yo seguiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).
yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
allá dios, que será divino.
yo me muero como viví,
yo me muero como viví.

yo me muero como viví,
como viví
yo me muero como viví.
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.

yo no se lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
allá dios, que será divino.
yo me muero como viví.

yo me muero como viví.