Economía

Al dictado de los mercados (Las ideologías han muerto, larga vida al mercado)

La falacia más repetida de nuestra época es aquella que habla de la ideología de los partidos políticos, un sin sentido en sí misma, porque coloca en una misma frase a dos conceptos antagónicos y que no se corresponden más allá de la palabra escrita. Un político ya no se rige por la ideología, eso era antes, ahora se rige por los dictados del mercado.

Y no sólo los políticos con opciones de poder, que sería lógico, sino todos los políticos en general, desde el primero hasta el último, políticos que se mueven al son que marcan los mercados, ¿qué mercados? Todos los mercados, porque nuestra sociedad es puramente mercantilista.

El mercado financiero ha determinado que España se haya tenido que apretar el cinturón, obviando el concepto de déficit público para paliar las ineficiencias del mercado, heredado de ideologías socialistas, el mercado electoral ha determinado que el Partido Popular se haya opuesto a todas las medidas económicas del Gobierno sin aportar ninguna idea nueva, obviando que se debían a la defensa de los intereses del país y no de sus propias ansias de poder, el mercado nacionalista ha determinado que todos los partidos, sin excepción, estén cayendo en actitudes xenófobas, obviando que la demagogia nunca fue una virtud, y el mercado ecológico sigue masacrando nuestro planeta sin que nadie quiera ponerle freno.

Atrás quedaron los tiempos democráticos en los que una persona era un voto, ahora ya no, de cara a la galería puede que sí, pero en la realidad, no. Ahora vivimos tiempos en los que cada euro es un voto, de forma que quien más euros tiene más votos puede conseguir, y los mercados son los que más euros tienen por lo que son los que dominan los gobiernos.

Nominalmente elegimos a nuestros representantes, pero éstos ya no se deben a nosotros, los electores, sino que se deben a los otros, a los que poseen el dinero, a los inversores, que son los que, en definitiva, determinarán el tipo de política que un gobierno debe de seguir.

El mayor problema es que estos inversores, estos euros controladores de votos, no mirarán jamás por el bien común sino que se preocuparán única y exclusivamente por su propio beneficio, mandarán el dinero allá donde les sea más rentable, sin importarles el sentido que estén tomando las medidas adoptadas, vendrán cuando el Gobierno haga lo que ellos quieren y se marcharán cuando ya no les convenga, dejándonos con las medidas ya tomadas y con las consecuencias para los demás.

En definitiva, vivimos al dictado de los mercados.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.