Sociopolítica

El jefe del ejército y sus cosas

            En los últimos días de mayo, el general jefe del Estado Mayor del Ejército español, hace unas declaraciones en las que dice (más o menos) que… “La seguridad de España, la defienden los soldados españoles en Afganistán”. Yo creo que no se lo cree ni él. Lo que ocurre es que los pactos de Estado, del “pacifista” Zapatero, hay que cumplirlos; y ahora, y con este nefasto y devastador gobernante, nadie habla en contra. Y al decir nadie me estoy acordando de “los de la ceja”, actores, saltimbanquis y demás artistas de panza y bolsillo, que no defendieron nunca otra cosa que “su cartera”. Y ello está más claro que lo de que Afganistán es una guerra y bastante cruenta, lo que concuerda con la que armaron “estas huestes armadas con la demagogia”, cuando y cumpliendo otros pactos estatales; en el gobierno de Aznar, mandaron otras tropas (y en una insignificante cantidad) para que hicieran presencia en Irak, donde no pegaron ni un solo tiro, y no fueron ni heridos por algún rasguño. En contrapartida a los muchos muertos que ya han venido de Afganistán… “y los que aún están por venir”, pues aquello, ya digo… es una guerra abierta, cosa que ni éste general, que debe saber lo que es una guerra, reconoce como tal y menos aún, la ministra y el jefe de la ministra; pero cuando esto escribo y por las noticias que se dan, los soldados españoles, están siendo acosados más que nunca y me temo que lo que los están es cercando cada vez más y en esa zona cada vez mueren más invasores extranjeros.

 

            Dicho cuanto antecede, conviene “tener memoria histórica”(y no la que estos desmemoriados demagogos nos quieren imponer) y saber que Afganistán es hasta ahora mismo, un territorio inconquistable  e inpacificable; y allí han muerto millones de hombres y a lo largo de siglos; puesto que las guerras territoriales y de potencias, ya las iniciaron rusos e ingleses, por los motivos de siempre; el control de riquezas y el mantener al contrario lejos de los intereses propios. El interesado que lea la historia. Y a lo que me refiero se inicia dos siglos atrás o incluso antes, y por tanto era muchísimo antes de que surgieran los intereses modernos, de materias primas estratégicas por demás, para simplemente mantener el capital y el poder internacionales; puesto que otra cosa no se defiende en tan belicoso territorio, ni en otros igualmente invadidos hoy por tropas extranjeras.

            Todo cuanto nos dicen de implantar una democracia, libertades y demás absurdos; no es posible ello en un territorio como sigue siendo ese inmenso país, que no lo es, puesto que allí hay gran cantidad de reyezuelos e intereses de los tales y que defenderán como siempre han hecho, hasta morir o matar al contrario.

            Allí y aparte de los intereses de los hidrocarburos cuyo paso del Asia central, es imprescindible que lo sea por Afganistán; existe el de las drogas, donde se mueven capitales inmensos y cuya fuente principal (amapola opiácea) está allí y en ella basan su vida o supervivencia, muchos miles de afganos y que no van a dejar de cultivarla, puesto que los intermediarios y los que de verdad sacan “la tajada del león”, no les interesa en absoluto… “y vete tu a saber en un mundo tan corrompido como el que padecemos, quién y quienes están pringados en este monstruoso negocio, que genera cantidades suficientes para corromper al más incorruptible de los que visten de paisano o se uniforman con cualquier tipo de uniformes”.

            La realidad afgana y con ese saco o burka, con que “encierran” a sus mujeres; en pocas palabras es el siguiente: “El 99 por ciento profesan la religión islámica, con notable mayoría de sunníes. La esperanza de vida se sitúa entre 46 y 47 años. Hay un teléfono y dos automóviles por cada mil habitantes. Parece aunque los datos son equívocos, que el PIB por habitante no llega a los doscientos dólares, el más bajo del mundo. El país no figura en el discutible índice del Desarrollo Humano.. El 48 por ciento de los hombres y el 78 por ciento de las mujeres son analfabetos. Es imposible contar las personas que practican el nomadismo”.

            Pensar en colocar a toda esta pobre gente, “en democracia” (que ni aún la tenemos en España) es como pretender, “ir andando hasta la Luna”.

            Mejor y como dice el milenario e inmutable dicho… “arregla tu casa y deja a la del vecino que la arregle él”. Y en nuestra casa, España; hay verdaderos ejércitos de bandidos y ladrones (amén de la gran plaga de la corrupción), que nos importan muchísimo más a nosotros, que lo que les pueda ocurrir a los afganos o a los de cualquier otro país; ya está bien de hacer el idiota.

            Y como último razonamiento para retirar todas las tropas españolas de allí… ¿No se está tratando de reducir gastos estatales? ¿Cuánto nos cuesta el mantenimiento de esos miles de soldados allí? Puesto que sepa el que no sepa, que esos soldados allí, se les paga, muchísimo más que si estuvieran en España y es claro que muchos fueron allí precisamente por eso mismo… “lo del patriotismo”… mejor que lo piense cada cual.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.