Sociopolítica

A mis víctimas que les den… o que se jodan

            No se sorprenda por tan contundente titular; considero que lo merece y aún más acentuado, todo lo que estoy leyendo en este momento y que ha sido publicado; puesto que es el colmo de lo que puede manifestar un delincuente degenerado y que incluso desde la privilegiada cárcel de que disfruta, se expansiona en sus bajos instintos ya carentes de todo escrúpulo o disimulo, puesto que sabe que va a morir en esa cadena perpetua a que fue condenado y a la que yo añadiría trabajos forzados y vida espartana, por lo duro de la misma, dentro de ya digo… “sanidad o salud espartana”.

            Me estoy refiriendo al judío Bernard Madoff, considerado el mayor estafador de toda la historia conocida y el que hoy se encuentra en una penitenciaría norteamericana, pero que de penitenciaría tiene poco, puesto que este indeseable, vive en un módulo, donde las ventanas ni tienen barrotes carcelarios; dónde cuenta con gimnasio, biblioteca, sauna y otras cosas que para mí, no merece en absoluto. Y si he dicho judío, no es por nada contra estos, puesto que sé que innumerables judíos han pasado a la historia humana por sus grandes aportes a la misma, pero por igual razón los que denigran a este pueblo, deben pasar a la misma y por una simple equidad, puesto que sabemos que “en todas partes cuecen habas”. Este es un indeseable mundial.

            El diario ABC en sus páginas de economía del domingo 13-06-2010, le dedica una página y de la que copiaré algunos sueltos; puesto que no sólo me indigna lo que este individuo realizó, sino que dentro de esa penitenciaría y vete a saber hasta donde llegará su deleznable fama… puesto que está siendo admirado por sus hechos; y por cuanto dice el periódico, en ese penal norteamericano, se “estudian” los hechos de tan brillante carrera delictiva, para que cuando salgan algunos de esos discípulos, aprovechar las enseñanzas allí recibidas para poder aplicarlas en nuevos delitos; puesto que ya es más que sabido, que las cárceles son un fracaso más de la nueva sociedad actual. En general no sirven para la reinserción, sino para todo lo contrario, o al menos eso entendemos viendo la proliferación y gran aumento de la delincuencia de todo tipo.

            Se llega incluso, a que los grandes delincuentes, dirijan desde dentro de las cárceles a sus organizaciones en el exterior y desde allí la controlan perfectamente.

            Veamos los párrafos que arriba les indico.

            “A mis víctimas, que les den… (Imaginen el resto) Bernard Madoff no se corta ni se arrepiente de nada –Allí no es un apestado de la sociedad sino el ídolo de muchos criminales que le admiran y le consideran un ejemplo a seguir – Madoff gana 14 centavos a la hora y vive con 290 dólares al mes, con lo que compra cosas que le apetecen para completar el menú carcelario – tuvo el coraje de presentarse para llevar el presupuesto de la cárcel, pero a las autoridades carcelarias se les pusieron los pelos de punta ante la mera idea. – Toda clase de mafiosos y mangantes se apresuran a pedir consejos financieros a Madoff. No está claro que los de gratis. Madoff no regala un dólar a nadie. Se dedica a cultivar un ego esplendoroso después de tantos años de clandestinidad. Lo felicitan por haber sido capaz de estafar tantos millones a lo que Madoff dice que no son millones sino billones. Lo consideran tanto que los que hacen de “criados” entre los presos, le rebajan las tarifas establecidas por sus servicios. Preguntado por sus víctimas dice… que se j… yo ya las aguanté veinte años y ahora estoy cumpliendo 150”.

 

            Todo esto nos da una idea, de los pudrideros que son las cárceles y la gangrena que las inunda, por lo que cada cual se haga su propia composición de una realidad que es repugnante; puesto que esstos despreciables seres llegan a tener la notoriedad que se les da, directa o indirectamente y además crean escuela, para que otros los imiten o incluso traten de superarlos, imaginemos los resultados.

            La vida fácil y a costa de lo que sea y como sea, es el principal motivo de la situación actual, que está claro que no da sólo “un Madoff”; los hay a cientos, a miles, a decenas de miles y los peores son los que parapetados tras el poder o en connivencia con el mismo, hacen lo que mejor les viene en gana, quedan impunes y además se reirán a mandíbula batiente del resto de los mortales.

 

            Y por cuanto sabemos de la historia… esto va para largo y al decir largo, estoy pensando no sólo en siglos, sino en milenios… pues milenios llevamos de podrida historia y el hombre poco ha o… hemos cambiado; “sálvese el que pueda”.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.