Sociopolítica

Parafernalias constitucionales… ¿para qué?

Yo no entiendo “las parafernalias que se están montando” sobre aquella constitución “de Cádiz” y que fuera asesinada por uno de los más nefastos reyes españoles y que pasó a la historia como “el rey felón”; lástima que no hubiese sido guillotinado como hicieran con sus parientes del otro lado de los Pirineos.

 

            Esa constitución lo máximo que habría que concederle, era “una misa de difuntos”, si los que lo conmemoran son creyentes cristianos, o un discurso demoledor para sus asesinos, por cuanto hicieron retroceder a la entonces bastante “retrocedida”, España y sus colonias; puesto que aquel texto y si se hubiese desarrollado, igual lo que hicieron los ingleses siglo y medio después (Commonwealth Británico) lo hubieran hecho aquellos inteligentes españoles de ambas orillas del Atlántico y que se sintieron inspirados en hacer una España internacional; pero aquel “felón” que vendió hasta a su propio padre; de España sólo le importaban “los frutos tangibles que de ella obtuviera su panza y su bolsillo”… por ello, “mal trago” ha debido pasar (si es que de verdad conoce la historia) su descendiente y actual rey de España, Juan Carlos I; fruto del legado de Franco y con lo que instituyó una nueva dinastía, tras la renuncia de derechos de su cobarde abuelo, el que “salió huyendo” y dejando a aquellos otros españoles, a punto del degüello que luego tuvo lugar en la peor de las infinitas guerras fraticidas “patrias”: y es un decir lo de patria, por cuanto aquí y en general… todos fueron y siguen yendo “a su panza y su bolsillo”.

            Eso sí; discursos llenos de palabras vacías y floripondios varios y que sólo nos producen risa sarcástica, puesto que no se los creen ni ellos mismos… “pero algo hay que echarle al pueblo” y sobre todo, “al lucimiento internacional”; aunque éstos también se reirán bastante si conocen aquellas historias y sus consecuencias.

            Sí; dije y mantengo que tuvimos la desgracia de haberle ganado la guerra a Napoleón… pues con las reformas napoleónicas y con su hermano “Pepe” (curioso, a aquella constitución también la llamaron “la Pepa”) hubiésemos conseguido mucho más, que con la nefasta vuelta de los borbones, que sólo vinieron a chuparse el imperio español y salvo aquel Carlos III… los demás y en conjunto, poco dejaron para España y los Españoles… y como prueba, ahí sigue el enorme “clavo de Gibraltar”.

            Y han pasado dos siglos y con las diferencias que quieran… “ahora tenemos otro rey felón… pero sin corona”; puesto que el nefasto, devastador y fanfarrón Zapatero; no es que haya vendido a su padre como aquel otro felón arriba indicado; sino que está vendiendo hasta el porvenir de mis biznietos, con la devastación que ha hecho de una España próspera y que curiosamente, no se le debe a ninguna “testa coronada”, sino a los buenos gobiernos de dos dictadores militares y cuyos nombres por lo sobradamente conocidos omito… pero gracias a ellos; más de media España, se puede lavar y duchar cada día… y se riegan inmensos campos y huertas de feraces producciones de productos que sólo se consiguen en esta siempre mal gobernada España.

 

            Y digo y mantengo ello; puesto que si el primer felón enterró a aquella constitución que tanto pudo haber hecho por España y su aún gran imperio; éste de ahora no es que la haya enterrado; pero le ha puesto tantos cierres y candados, que yo creo que no nos ha servido para nada a los españoles (yo entre ellos) que la votamos masivamente y con gran ilusión, puesto que pensábamos que con ella entrábamos de verdad en una España mucho más justa y equitativa y en una verdadera democracia.

            Pero no… aquí y parafraseando a un vil político aún vivo… “las leyes se acatan pero no se cumplen” (creo que lo dijo un vasco y se quedó y sigue tan tranquilo) y por tanto esa constitución que votamos tan ilusionadamente; la están usando sólo para parafernalias, floripondios, comilonas, lucimiento de medallas y collares (cuando no de servilleta o papel higiénico) y de paso, para hacernos reír a los pocos españoles que pensamos y que conocemos lo suficientemente el percal como para mondarnos de risa… en nuestra impotencia, que es casi total.

            Y así estamos… “y aquí no acude ni el conde de Lampedusa”; posiblemente por cuanto le daría vergüenza venir a esto que aún se sigue denominado… España; al menos en los mapas del mundo así sigue figurando.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.