Sociopolítica

Krakenorakel

Las migas del almuerzo

 

En fin, que hasta J.J.Santos, dando la noticia con cara de Arias Navarro diciendo aquello de “Españoles, Franco ha muerto…” hubo de poner su gesto contrito para la causa, para dar sentimiento a la fatídica noticia, y antes de anunciar la malhadada nueva, espetó a modo de excusa barata: “Para todos aquellos que piensan que hemos montado demasiada parafernalia para un pulpo, sólo decirles que es lo que hay”. Así, sin más, con un par de agencias.

La Wikipedia ya había añadido el epitafio a la entrada “Pulpo Paul” a los quince minutos de producirse el deceso. Siempre me ha sorprendido, profano como soy, la capacidad que tienen los medios televisivos para adaptar su programación al momento presente. No más muere un actor, actriz, escritor, poeta, pintor, arquitecto o cantante, ya tienen preparado el documental de turno para insertarlo en el VHS como homenaje póstumo. Da la sensación de que en las hemerotecas de las cadenas de televisión guardan un sub-apartado para todos aquellos que sean susceptibles de irse al otro barrio de manera inminente, algo así como una necrológica viviente. Que el director de programación, enterado de que ha muerto Fulanito de los Zutanitos, sólo ha de levantar la mano y ordenar al becario de turno: “¡Eh, tú! Saca del archivo el documental Fulanito y las Guerras de las Malvinas”. Y a la pregunta ignorante del acólito, se le responde: “¿Pues dónde va a estar? En la sección GQSTQHMY”. O lo que es lo mismo: Gente Que Se Tendría Que Haber Muerto Ya. Da un poco de mal rollo, la verdad.

El caso es que el pulpo Paul, o el Krakenorakel, como lo llamaban en Alemania (que suena a mítica leyenda nibelunga), se ha muerto sin previo aviso, así, de repente, tan joven como era, con toda la vida por delante, sin haber repartido la herencia con testigo de albacea. Ha tenido que salir D. Ángel Guerra, experto del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, para calmar los ánimos y rebatir las sospechas de conspiración. Que sí, que el octópodo oracular era ya muy viejo para su especie, casi 3 años, que ha muerto porque le tocaba, aunque ha añadido, en un tono algo misterioso que “el estrés pudo acortar su vida”. Tanto encender luces, tanta presión mediática, tanto ejercicio mental para reconocer banderas patrias. Y todo… ¡por un mejillón!

El mismo experto ha dejado caer que “al estar en un acuario su muerte también podría haberse producido por una herida o una infección debido a la suciedad de los filtros o bacterias en el ambiente”. A mí esto me huele a chamusquina, a venganza de las SS subrepticias, que los teutones, patriotas como pocos, creyeron ver en el pulpo a un traidor a la nación. ¿A nadie se le ha ocurrido pedir la autopsia?

Menos mal que, finalmente, los responsables del acuario de Oberhausen, donde residía el celafópodo de los tentáculos, se negaron a venderlo a la ciudad orensana de Carballino, que habían llegado a ofrecer hasta 30.000 euros por el ejemplar. ¡Como si en Galicia no hubiera pulpos! Como éste no, alegan, aunque se está entrenando a un ejemplar que apunta maneras, que echa el tarot a ocho manos y acierta el 50% de las veces. Me hubiera gustado ver al pulpo Paul en Gran Hermano, como un dandy apuesto y galán, señalando a mejillón rampante quien está o no está nominado; unas cuantas concursantes ya se hubieran enamorado de él.

El caso es que la misma ONG altruista de Carballino, ya ha manifestado públicamente su intención de traerse para España los restos mortales del animal para ponerlos, una vez secados al sol y rellenados de algodón, en un museo. Entiendo que de Historia Bio-Balompédica. Dicen que siguen teniendo los 30.000 euros en la hucha, por si fuera menester aporrear con ellos a los alemanes. Quizás acepten ahora que ya no hay peligro, como alegaban antaño, de que lo cocinen a la gallega.

En fin, como dicen, “es lo que hay”. Por cierto, en la 2 de TVE, emitieron ayer un documental a las 16:00 horas acerca de la vida marina, donde se veía a los pulpos del Atlántico campar en libertad por los lechos marinos. ¿Lo habría adivinado el Krakenorakel? Que estaba en la lista de espera de la GQSTQHMY, me refiero. Seguro que no. Adivinarse el futuro propio es mucho más complicado. Por la implicación emocional, explican los del CSIC.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.