Cultura

Cómo hacer frente al síndrome de nido vacío

Una historia de amor tiene diferentes etapas. En cualquier pareja, los hijos tienen un protagonismo especial puesto que aportan un sentido diferente al hogar. No todas las parejas desean tener descendencia pero la mayoría sí. Cuando un bebé nace transforma de lleno la intimidad de la casa.

Durante unos meses, el bebé capta toda la atención por parte de sus padres. Sin embargo, los años pasan y el bebé crece hasta que un día, decide emprender vuelo en solitario en busca de su independencia. Es decir, un día los hijos se van de casa aunque también es verdad que esta marcha se produce a una edad tardía en países como España donde un porcentaje elevado de jóvenes mayores de 30 años todavía siguen en casa. Está claro que la situación laboral y el alto precio de los pisos no ayuda en nada.

Cuando los hijos se van de casa, los padres pueden sentir un enorme vacío y tristeza que se conoce con el nombre de síndrome de nido vacío. Un síndrome que puede afectar tanto a la madre como al padre de forma indistinta. Algunas madres tienden a centrarse tanto en el cuidado de los hijos que se olvidan de sí mismas.

Por eso, cuando los hijos se van de casa, la pareja tiene una nueva oportunidad para comenzar de cero. Es decir, comienza una fase de conquista y de seducción hacia la pareja que se vive desde la plenitud de la madurez. La pareja puede realizar un ejercicio sencillo para descubrir qué puntos positivos tiene que los hijos no estén en casa.

Para realizar el ejercicio con detenimiento es necesario tomar papel y bolígrafo. El objetivo es realizar un ejercicio de pareja en el que ambos, tanto el hombre como la mujer, piensen en ideas positivas para disfrutar de la soledad en el hogar. Por ejemplo, que los hijos no estén en casa otorga una gran independencia a la pareja, también aumenta la intimidad.

Cuando los hijos se van de casa es buen momento para disfrutar del tiempo de ocio, para recuperar el romanticismo en la pareja, es decir, para disfrutar de una velada íntimia. También es posible disfrutar el tiempo viajando para descubrir rincones del universo mágicos que ponen al ser humano en contacto con el presente.

Además, los hijos se van de casa pero siempre vuelven de visita para celebrar cumpleaños, fiestas de Navidad y encuentros especiales. Por tanto, es posible superar la tristeza cuando una persona aprende a disfrutar del lado bueno de la vida que se muestra a través del amor en sus diferentes formas y matices.

Los padres tienen un sentimiento de cariño extremo hacia sus hijos y tienden a sobreprotegerles más allá de la edad. Pero ningún matrimonio debe descuidar su relación de pareja.

Foto vía: Flickr-Waywuwey

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.