Cultura

“La hora del Ángel”, de Anne Rice

Partiendo de un proceso de redención interior del protagonista, Toby O´Dare, la novelista Anne Rice ofrece a sus lectores un juego reflexivo sobre el respeto mutuo a través de los excesos discretos del presente y los excesos exuberantes del pasado, concretamente de la Inglaterra del siglo XIII.

Rice ya ha demostrado en más de una ocasión su tremenda habilidad para moverse por escenarios temporales diversos dentro de la misma novela, extrapolando la personalidad de sus personajes a tiempos pretéritos sin que la narración pierda un ápice de su interés y aprovechando el contexto histórico para hacer crecer las aristas morales de sus protagonistas.

En “La hora del Ángel”, Toby O´Dare se ve abocado a una vida que no le pertenece por las circunstancias existenciales a las que es condenado y aunque ejecuta su profesión con una eficiencia milimétrica, su esencia, culta y espiritual, le hace divagar sobre las expectativas del futuro, un futuro que aparece en forma de Ángel, su Ángel, Malaquías, que mostrándole su pasado le invita a limpiar su espíritu salvando vidas en el pasado, no el suyo, sino el de otros.

Así comienza la parte más intensa de la novela en la que O´Dare, reconvertido en el hermano dominico Tobías, hace de abogado del diablo en uno de los numerosos disturbios religiosos que abundaron en la Inglaterra medieval, y que culminaron con la expulsión de los judíos de tierras inglesas.

Entremezclando personajes reales, aunque novelados, con la ficción, Rice reconstruye un proceso judicial popular, o popular judicial, que bien podía haberse dado en realidad. A través de la intransigencia religiosa entendemos el respeto que todas las confesiones merecen y el sufrimiento innecesario que todas han tenido en alguna parte de la historia.

Destaca la capacidad de Anne Rice para dar consistencia a conceptos argumentales complejos de digerir pero que en su prosa no distorsionan la realidad y una vez que el lector se sumerge en las aguas de la narración ya nada puede evitar su viaje literario a la deriva hasta la última de las páginas.

Le sobra, tal vez, el indicio de moralina final y un comienzo algo simple, pero la novela termina por funcionar gracias al engranaje artesanal de su maestría con la sucesión de acontecimientos. Una novela bien escrita, bien estructurada y con las dosis adecuadas de tensión, ideal para los días grises del invierno.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.