Sociopolítica

Un acontecimiento sin precedentes

La ficción ha sido superada con creces ahora por la realidad. Lo prueba la cuestión “Wikileaks”, que atrae la atención mundial. El nombre viene del portal web del periodista australiano Julian Assange, de 39 años,  al que se considera autor  material de las filtraciones (leaks) del Departamento de Estado que hacen tambalear la diplomacia de EEUU y que están constituidas por los telegramas,  mensajes  e instrucciones dadas a las embajadas norteamericanas. Es un acontecimiento sin precedentes en la historia contemporánea. En su origen, Wikileaks era una  organización mediática internacional sin ánimo de lucro que había sacado a la luz documentos sobre las guerras de Irak y Afganistán. Desde el 28 de noviembre último y ante la sorpresa y la impotencia de la Secretaria de Estado norteamericana Hillary  Clinton, el citado portal lanzó una vasta operación de divulgación de despachos diplomáticos estadounidenses  que aún sigue en marcha y que fue denominada después por la prensa  Cablegate.

El corpus documental de Wikileaks ha salido a la luz gracias a la decisión de publicarlo  de cinco  medios de comunicación de referencia: The New York TimesThe GuardianDer Spiegel,  Le MondeEl País. De ahora en adelante hay que contar con esta vasta tela de araña informativa. El País por ejemplo,  podría tener dos ediciones, una con la información corriente y otra, mucho más atrayente, con noticias pasadas que ahora todos los medios llevan a la primera página y que nos ayudan a comprender mejor las presiones a que está sometido este superespía. De Wikileaksmana una fuente abundante e imprescindible de información -250.000 cables- que ya están en la red ejerciendo su influencia en la formación de la opinión. Ese maelstrom informativo inunda los periódicos, que tienen material para rato.

La gravedad de las revelaciones y, sobre todo, el mero hecho de  que se hayan producido, pone en tela de juicio a los servicios de inteligencia, pues ni la CIA, ni el FBI, ni el Pentágono, ni la Interpol se enteraron: el inesperado golpe, que avergüenza a Washington, tiene efecto múltiple y de gran envergadura

En realidad, no hacía falta Wikileaks para confirmar que Putin y Sarkozy eran dirigentes con reflejos autoritarios pero  nos hemos enterado de que países árabes están preocupados con las aspiraciones nucleares del Irán de Ahmadineyad, de que Pakistán ayuda a grupos terroristas,  de que China podría abandonar al régimen estalinista de Corea del Norte, de que la corrupción anega a Marruecos, de que la economía de Cuba será insolvente en dos o tres años; y de mil cosas más.

El índice de temas es tan sugestivo como variado y profuso. Cada día se presenta una nueva derivada del suceso.

Últimamente el caso ha dado lugar a una verdadera guerra cibernética entre los partidarios de la transparencia informativa y los de la contención. En uno de los campos, grupos de “hackers” o filibusteros informáticos que atacan a las empresas que marginan a Wikileaks; enfrente,  multinacionales norteamericanas  que han decidido hacer frente común y dar la batalla a a esta  web, como “Facebook”, MasterCard, PayPal o Amazon por patriotismo y defensa de los EEUU.  El enfrentamiento arrecia.

Pasan las semanas y Wikileaks sigue en candelero en la primera página de los diarios. Habrá nuevos episodios en la novela por entregas de la que constituye el nudo gordiano.  En realidad, beneficia a la transparencia en las relaciones internacionales, es una herramienta más y, por ello,  hay que darle la bienvenida.

Y de pronto, coup de theatre, como dicen los franceses, sorpresa, golpe de efecto, cambio de culpable. Julián Assange, ángel o demonio, fue reclamado por un juez sueco bajo acusación de diversos delitos sexuales, entre ellos intento de violación. Tras haberse escondido sólo unos días en el sur de Londres, se entregó a Scotland Yard e ingresó en una cárcel británica. Y va a ser puesto en libertad bajo una fianza de 282.000 euros. Pero seguro que se producirán otros sobresaltos inesperados  en la fuga de información más importante de los últimos tiempos.

Ramón Luis Acuña

Periodista

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.