Cultura

Sin mediar palabra

Te vas sin mediar palabra, sin tan siquiera mirarme, tamaño pecado cometí, el cuál desconozco, al igual que ayer, y antes de ayer, y el día anterior, algo se me escapa que no logro discernir, ajeno, lejano, tan cerca, tan distante, tu mente es un misterio que no logro descifrar.

Cientos, miles de pensamientos surcan los mares de tu cerebro y yo no puedo más que dejarme llevar por el vaivén lacerante de las consecuencias de los mismos, yo no los entiendo, tú no los dominas, ambos naufragamos sin dirigirnos a ninguna isla desierta, porque no vemos tierra a la vista.

Hoy dije blanco, pero ayer dije negro, colores antagónicos que cundieron el mismo desánimo, la misma desazón, mañana diré rojo, pasado verde, más de lo mismo, donde dije digo digo diego y lo vuelvo a repetir, ahora al revés, pero nada, que no doy con la clave secreta, ¿tal vez la escondiste?

¿Y si no quisieras que diera con ella? ¿Y si no hubiera clave secreta? ¿Y si tu mente dirige tu vida en función del día, en función de cuestiones coyunturales ajenas a ti, a mí, a nosotros? Pretendes ser fuerte, cuando reclamas condescendencia, pretendes independencia, cuando reclamas protección, pretendes cariño, cuando reclamas defensa, ¿sabes realmente lo que quieres?

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.