Sociopolítica

¿Estaba también el buen ladrón?

EL CRISOL    –    Pascual Mogica Costa

                  

     Hay momentos en que uno llega a preguntarse si es que no les da vergüenza a los políticos honrados, que los hay, sentarse en un Parlamento junto a otros parlamentarios corruptos que están siendo investigados por la justicia. Creo que estos, los que no tienen nada que ocultar, de forma totalmente inconsciente, les están “tapando la falta” a aquellos corruptos  que no son dignos de estar representando a los ciudadanos. Dicho esto, no entiendo como no se ha derogado el artículo 14 de nuestra Constitución, ese que dice: “Todos los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Este texto podrá siempre ser cuestionado mientras siga existiendo el aforamiento que favorece, no entiendo porqué, a los parlamentarios. Entendería lo del aforamiento si este se refiriera solamente a cuestiones de opiniones vertidas, por insultos o por acusaciones graves, que pudieran ser falsas, proferidas durante un debate parlamentario, pero no lo entenderé jamás cuando este aforamiento ampara también hechos delictivos  en lo tocante al cohecho, tráfico de influencias o aprovecharse de información privilegiada, así como de malversación de caudales públicos, nepotismo y prevaricación, entre otros.

      Digo todo esto porque el pasado día 9 los “Indignados del 15M” se plantaron a las puertas del edificio de las Cortes Valencianas y mostraron su protesta por el hecho de que se estaba llevando a cabo la constitución de las mismas y por tanto la toma de posesión de los diputados electos, ya que según los manifestantes estos no les representaban y sobre todo porque estaban tomando posesión de su escaño 4 imputados y 6 implicados en casos de corrupción que están siendo investigados por la justicia, según destacaron todos los medios de comunicación. En esa sesión no faltaba de nada, hasta por no faltar no faltó la imagen de Cristo crucificado que el flamante presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, miembro del Opus Dei, trasladó de su despacho de conseller a la mesa de las Cortes. A mi modo de ver las cosas, a Juan Cotino solo le faltó presentar también la imagen de san Dimas, el buen ladrón, aunque es posible que su espíritu estuviera presente.

     Y para finalizar decir que me parece digna de todo elogio y apoyo la actitud de los “Indignados del 15M” que con su presencia en la toma de posesión de diputados regionales y concejales electos entre los cuales se “camuflan” algunos presuntos y puede que no tan presuntos, corruptos, están demostrando que en este país aún queda algo de eso que se llama dignidad, vergüenza, honradez y ética.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.