Sociopolítica

Los modernos esclavos del Estado

 

 

            El control de las personas y que empezaran los romanos en todo su imperio, iba y sigue (hoy) encaminado para dominar mucho mejor a la población y sus bienes, que para otra cosa; sobre todo para la recaudación de impuestos y también para tener controlados a los hombres para las levas militares que hasta ayer mismo se hacían aquí en España. Era y sigue siendo útil para el que gobierna o maneja a un Estado, ya que caso necesario las levas volverán… puesto que así y hoy mucho mejor gracias a los ordenadores, el Estado sabe la cantidad de hombres (hoy también mujeres y por aquello de “la igualdad”) con que cuenta, útiles para el servicio de las armas, los que llegado el momento y en poco tiempo, mediante los entrenamientos oportunos convertirían en ejércitos listos para el combate.

 

            En cuanto a los impuestos, observe usted cómo nos controlan y lo estrictos que son los organismos recaudadores, que (y gracias a los ordenadores: reitero) te controlan hasta el céntimo de euro si ellos quieren llegar a ello, puesto que se han dado casos de reclamar una cantidad tan irrisoria, que el papel y el gasto del correo para que el sobre llegase a destino era superior a la cantidad reclamada… “pero la máquina recaudatoria y como es automática actúa aquilatando hasta el céntimo”; y detectado ello, se disparan los mecanismos y surge automáticamente la reclamación… Pero por el contrario y “por lo que ocurre si es que pagas más de lo que debes”… esa máquina no actúa y debe ser por cuanto su programación no está realizada para esos detalles, que no le interesan a las cuentas del Estado, el que se quedará con lo sobrante con toda impunidad.

 

            El Estado y sus aparatos fiscales y políticos, actúan como un inmenso embudo cuya ley te imponen inmisericordemente; haciéndote cumplir las obligaciones que te obligan por ley (“ley del embudo”) y eludiendo las obligaciones que el Estado tiene contigo naturalmente, las que impunemente incumplen, proliferando los abusos de todo tipo que como súbditos sufrimos, debido a que se sigue manteniendo (como se mantenían en tiempos romanos e incluso anteriores) las clases de los intocables, e impunes y que debido a la siempre impuesta “razón de la fuerza”, parece que nunca va a tener fin, puesto que no quieren reconocer algo tan simple cual es… “El que todos hemos sido paridos por mujer y por tanto debemos ser regidos por leyes iguales y por tanto sin privilegios para nadie”.

 

            Observemos en las deudas recíprocas. Si tú debes un pago al Estado, aquí en España, si no lo realizas puntualmente en el plazo previsto, te recargan un veinte por ciento y si no pagas dentro de ese otro plazo, te pueden llegar a embargar (confiscar) todo cuanto de valor poseas, salvo los mínimos utensilios para tu uso como ser humano y el mínimo de tus ingresos, como para que te mantengan vivo pero cuasi en la miseria.

 

            Si es el Estado el que ha de pagarte a ti, lo hace cuando quiere o puede y caso a que tengas derecho a una compensación por demora, te la pagará pero de forma muy reducida y a tenor con lo que el gobierno tenga legislado; de hecho muchos deudores se han arruinado esperando el pago de esas deudas y algunos es que llegaron hasta el suicidio, empujados por sus acreedores y los que no podían pagar por cuanto el Estado no les pagaba a ellos… “y el Estado y sus servidores quedaron impunes”.

 

            Al decir Estado, tenga usted presente que hay que incluir desde al Estado central o nacional, pasando por los de las regiones, provincias e incluso el municipio, puesto que todos gozan de esos privilegios y además son inembargables; por lo que ellos sí te pueden embargar bienes y tú no puedes hacerlo; cosa que se clasifica por sí sola como un acto tiránico, o e abuso máximo.

 

            Ese Estado, ya ni te garantiza la seguridad de tus pertenencias ni incluso de tu persona; puesto que a la vista está la plaga de delincuencia que asola todo el país y la cantidad enorme de hechos que quedan impunes; incluso la mayor parte de los asesinos quedan en la impunidad. De los robos, atracos, estafas y demás hechos delictivos, mejor dejarlo estar, puesto que entre estos citados y los que surgen dentro del aparato del Estado, con tan enorme corrupción como nos asola; estimo que en realidad ya vivimos en un Estado que padece un tipo de gangrena ya incontrolable y que avanza destruyéndolo, sin que los que dicen gobernarlo tomen las medidas que debieran.

 

            El papeleo que para cualquier asunto oficial, te obligan a realizar los organismos estatales, es ya insoportable, puesto que muchos de los pagos (o de cualquier otro tipo administrativo) que te obligan a realizar, es que ni llegas a saber por los motivos que lo son; puesto que para realizar los pagos a la Hacienda Pública, las liquidaciones a la Seguridad Social, o las simples nóminas de tus empleados; necesitas echarte en brazos de los gestores, o gestorías (cuerpo numerosísimo y extendido por todo el Estado) que además te cobran cantidades “respetables” por sus servicios; pero reitero, al final no sabes ni lo que pagas puesto que para entender esos documentos necesitarías una carrera muy documentada y aún así fallan hasta los entendidos, puesto que hasta los gestores se equivocan; y lo sabes cuando liquidaciones realizadas por ellos, el Estado no las acepta y te reclama más dinero.

 

            En resumidas cuentas… que nos han convertido en un tipo de esclavos con ya demasiadas argollas alrededor de sus vidas; por lo que llegas a pensar que el tan criticado “diezmo”, que aquellos siervos de la gleba pagaban a sus señores feudales, era un regalo comparado con lo que hoy recauda la voraz Hacienda (dicen que “pública”) la que llega a recaudar casi el cincuenta por ciento de lo que se produce y en algunos Estados lo supera ello; puesto que han creado tantos ejércitos de beneficiarios al dinero público, que es ya imposible soportarlos.

 

            Como prueba de ello es la reciente situación de Grecia (otros están en similar estado), cuya república ya en estado de quiebra, si bien sosteniéndola para evitar el efecto dominó, en los negocios mundiales… en la misma se está descubriendo tal tipo de abusos, que debieran ser motivo de cárcel y confiscación de bienes, puesto que empezando por el presidente, se ha publicado que cobraba anualmente y como sueldo oficial, la enorme cantidad que significan la de trescientos mil euros, equivalentes a cincuenta millones de pesetas… añadamos a ello, todos los anexos que los sueldos políticos suelen llevar consigo y que se practica en todos los Estados del mundo, incluidos los ya bastante corrompidos europeos.

 

            Y he señalado a una primera figura política, pero desde ahí para abajo, la cadena de despilfarros pasa por gran parte del resto, incluidos miembros de las familias de los “enchufados” y a los que fueron añadiéndoles pagas para el futuro y cuyos hechos ya son incalificables por lo que creíamos no era posible y que lo ha sido con abundancia.

 

            Mejor no añadir nada más y dejar aquí el tema… usted que lee este comentario juzgue y comente, añadiendo lo que sepa o crea oportuno; puesto que a un Estado, si lo que se establece como norma es robarlo cada cual como puede o le dejan, el final del mismo es el que ya vaticiné yo en 1983, con mi cuento… “Los canarios del emperador” y que está inserto en mi libro España Aquí y ahora. Se ha llegado a ello o incluso a superarlo y de ahí las ruinas catastróficas actuales.

 

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí más)

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.