Economía

La crisis más rentable de la historia

A río revuelto ganancia de pescadores, no hay duda, el refranero popular lo sabe y los ciudadanos lo entendemos perfectamente porque estamos cansados de comprobar como en situaciones negativas para la mayoría hay unos pocos que sobrevuelan cual buitres carroñeros obteniendo su carnaza en forma de ganancia personal, y eso es precisamente lo que ha conseguido hacer el Partido Popular con su victoria electoral de la noche de ayer.

Si analizamos los datos con frialdad, sin las pasiones habituales de la política, nos encontramos con que la diferencia entre un fracaso y un éxito clamoroso se mide en términos de poco más de 400.000 votos. Mariano Rajoy, candidato popular y próximo Presidente del Gobierno español, ha incrementado su número de votos en un 4,30% con respecto a las elecciones de 2008, y aún así ha conseguido que lo que antes fue un fracaso ahora sea un éxito.

He visto titulares de diarios que, sinceramente, me llevan a la hilaridad, como que Rajoy ha recibido un mandato, que el pueblo español ha apostado por el cambio, y demás sandeces. Seamos serios y hagamos un análisis riguroso, de esos que los economistas hacemos, o solíamos hacer, mejor dicho. El pueblo español no ha votado por el cambio en estas elecciones, sino que se ha limitado a castigar a Zapatero por su gestión al frente del Gobierno.

La desconfianza en Rajoy es manifiesta más allá de los espacios acotados por su espectro ideológico, real o impostado, porque el pueblo español quiere algo más que ambigüedades y trivialidades de manual. Rajoy se ha limitado a ponerse de lado desde que perdiera las últimas elecciones, dejando que el gobierno se desgastase y sin hacer nada por ayudar a España a luchar contra la crisis. En los momentos en los que se le necesitó miró hacia otro lado pensando en su propio beneficio personal antes que en el bien del conjunto del Estado español.

Se trata de un lastre difícil de soportar a la hora de apostar por llevar adelante un gobierno y dotar de confianza a los mercados internacionales, porque, no nos engañemos, y el que lo haga pecará de estulticia, la crisis se está llevando por delante a todos los gobiernos de todos los signos políticos, derecha, izquierda, socialistas y neoliberales, nada es suficiente, nadie es capaz, por lo que Rajoy no debería de confiar en las mismas políticas de 1996. Estamos ante otros tiempos y se necesitan nuevas estrategias.

De todas formas, confío en que sepa rodearse de asesores capaces y no caiga en el error que hundió a Zapatero al apoyarse en palmeros que le reían las gracias en lugar de decirle las verdades, eso será bueno para todos, y le deseo la mejor de las suertes en su aventura al frente del Gobierno, por la buena cuenta que nos trae.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.