Cultura

Michel de Montaigne. Los ensayos

Michel de Montaigne. Los ensayos (según la edición de 1595 de Marie de Gournay)
Prólogo de Antoine Compagnon
Edición y traducción de J. Bayod Brau
Acantilado, 1728páginas

Escribía el sevillano Rafael Cansinos Assens, el de las “cuarenta lenguas”, que en el mundo “Las mil y una noches, como la Biblia, los poemas homéricos y algunos pocos libros más—entre ellos el Quijote—, son más que un libro, aunque se nos presenten en forma de tal, de igual modo que el paisaje es más que un cuadro y el alma más que un cuerpo” Añadamos a tan acertada lista Los Ensayos de Montaigne.

Siglos transcurridos desde aquel 1580 en que Michel Montaigne nacido en 1533, sacó a la luz pública la primera edición de su obra “Los ensayos” en dos volúmenes. Un par de años más tarde publicaría una nueva edición con más correcciones y adicciones. Esas que todo autor responsable suele hacer con su obra. Así se completó la edición de una de las creaciones de mayor influencia en la cultura occidental por este maestro y padre indiscutible del Ensayo. Aunque el exigente y sutil escritor continuó corrigiendo y mejorándolos hasta su muerte en 1582.

Italo Calvino en su libro de ensayos “Por qué leer a los clásicos” manifiesta que “un clásico es un libro que nunca termina que decir lo que tiene que decir”, luego podemos entender que ante tal verdad, el valioso contenido de una gran obra, lo obligatorio y correcto de todo buen lector es continuar leyéndolo, pues a medida que se relee más cercanía se va logrando a la vez que se teje un amplio compromiso con el autor. Pues en el fondo leer y escribir es comunicación y fidelidad. El intercambio íntimo entre lector y autor. Luego entonces la actualidad de los grandes autores, como señala Stefan Zweig en su biografía de pensador y crítico -publicada en la misma editorial- : “Montaigne, es permanente y múltiple”.

El compromiso, es un “esfuerzo por salvar la independencia en una sociedad cada vez más brutal y gregaria”, señaló este prolífico novelista alemán en 1942, poco antes de optar por el suicidio, fruto del tremendo terror que por aquellos inolvidables años vivía el mundo optó como tantas otras. “personas que, incapaces de resistir las punzadas del miedo, se han colgado, ahogado o arrojándose al vacío nos han advertido de que éste es incluso más inoportuno e insoportable que la muerte”

En los años sesenta, el poeta vienés Erich Fried preguntaba en un poema, la distancia existente entre Guernica y Vietnam. Hoy, muchos son los que nos interrogamos cuál es la distancia entre La Casablanca e Irak. Entre Palestina e Israel. Entre un ladroncillo y un banquero. La diferencia que pudiera justificar lo injustificable, entre las alambradas electrificadas e interrogatorios desde la cárcel de Guantánamo que miran hacia las onduladas playas de Miami y la Bolsa de Wall Street. Leer a Montaigne es lograr la dulzura del ritmo y la meditación, Preguntas que nos invitan al análisis de lo vivido y de todo aquello que oprime, a veces, incluso hasta el adiós definitivo Ahora bien, “La lucha de Montaigne por conservar la libertad interior, quizá la lucha más consciente que jamás ha librado el hombre, no tiene, ni externamente, la más pequeña sombra de tragedia o de heroísmo” Él se limita a invitar al análisis y asumir un compromiso consigo mismo, un examen de conciencia sin necesidad del dios impuesto al dictado. Su visión del mundo no tiene por qué seguir una imperiosa aceptación.
En nuestro tiempo, desde que, “Los Ensayos” salieron a la luz pública, la actualidad y la modernidad está viva, pues se reafirma en unos principios éticos sólidos fruto de la lectura de los grandes clásicos. Sócrates, Platón, Plutarco, Séneca, Homero,…, que forman la sólida base que nos sitúa en un espació interrogante. Este es el punto que lleva de nuevo a acercarse al maestro en la edición de Marie Gournay, un “texto que los editores modernos no han tocado y no han reconstruido como una catedral de Viollet” donde la obra ha sido enteramente revaluada. con sonrisa meliflua de un bienestar engañoso que nos hace parecer que nosotros no somos aquellos

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.