Cultura

La joya de la casa

Arrogante, vicioso y subversivo. Antisocial, grosero y bravucón. Malacopa, malaleche y malhablado. Así de simpático soy. No me preocupa mi apariencia, tampoco mi salud y cada vez le tengo menos miedo a la soledad y más a la cordura. Soy mister Hide pero sin doctor Jekyll. Yo salgo a media noche al depósito a buscar cadáveres y todas las mañanas amanece gris mi cielo. No hay chica que me aguante. Ni modo, ya pasó la época de tenerme autocompasión, ahora me divierto, me porto mal, violo a las vecinas, rayo los coches, ataco por la espalda, traiciono a mis amigos, presiono el botón de emergencia cuando el elevador va repleto, me brinco torniquetes para no pagar boleto. Mi política es pedir perdón y nunca permiso, lo que encuentro me lo quedo, ésa es mi profesión, mi filosofía es joder a quien se descuide. Me masturbo hasta en el salón pensando en Carmen Arístegui, en Denisse Dresser o en Cristina Pacheco, con el perdón de sus parejas (o sin él), y me asquean las aberraciones de la tele que no tienen más que aire en la cabeza y silicón en el escote. Soy un platillo irritante, una frazada áspera, un chocolate rancio. Soy mister Hide, mucho gusto.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.