Cultura

Poemas políticos

DE LOS ESCOMBROS

In Memoriam a mi hijo, ‘el Rambo’

Ahora me toca recoger algunos escombros.
Es como si me sintiera culpable
de no haberte dado el mundo más limpio, cuidado,
moral y socialmente sano.
Uno que nos garantizara dicha extensa
a los dos, uno para que pudieras verte
con tus propias cosas, las más gratas
e indispensables, el árbol crecido
de tus amores, la leña cortada perfectamente
para tu necesidad en las perpetuaciones
y logros, porque crees en avances,
en prosperidades, in social mobility
and wellness, así decía mi pequeño,
mi ‘pitiyanki Rambo”.

En ti no hubo sobrantes.
Al contrario, no ví desperdicios que llorar
por tu causa, o errores
porque hayas sido ventajoso
e indigno; yo lamento, sí
otros escombros que no son tuyos
ni con los que yo sería cómplice.

Esta es basura de pistoleros, asesinos,
que no vieron gozo mayor que arruinar
a un alma más pura, más perfecta
y noble, la tuya, hijo mío.
Sólo por esto entérate de mi rabia,
mi frustración y dolor.

Un día como hoy.
24 de octubre, pasaste con tu karma,
por el lugar, INFERUS PREDIO,
donde ellos / máscaras escondidas
de ojos feroces, y gente subhumana oficiaban
sus rituales, todavía con impunes consecuencias,
todavía cobardes encubiertos a perpetuidad.

Un día como hoy. 24 de octubre,
año del 2003, en un lugar de zarzas, casi un desierto
fui por el cuerpo que recuerdo en su niñez
tan suave y tierno; ahora
voy a darle su nombre en medio de la niebla
y conjuraré el polvo y el hedor
tenebrosamente inmundo.

Identifico a mi hijo y limpio escombros
y me limpio los ojos.
Los lavo en lágrimas, hoy por esta última vez
frente a su cuerpo, abaleado.

Escombra que yo no pueda neutralizar
las misas de tales alimañas traidoras,
vasijas vacías, excedentes inútiles
de lo oscuro; escombra que yo no pueda
limpiar estos infiernos con mis solas manos,
con una escoba, o una azada
o un tractor que desbruje inmundicia
y tenga potencia para tirar esas ventanas
donde el gatillero se apostara
con todos sus chacales.

Escombra que no pueda ni maldecir,
con poder inmediato
a quien te matara, hijito.

Escombro es todo
lo socialmente construído para que haya
armerías en las esquinas de la ciudad,
cajas de balas, puñales, viciosos fantasmas salidos
de cárceles, con odios, con venganzas,
con temerarias formas de aborrecer
a inocentes, como tú.

Escombra que yo no te haya convencido
de que hay mejores formas de servir
que el sistema de ley,
con jueces, fiscales, investigadores y policías
y, en su mayoría son corruptos, sirven
a traficantes de cuello blanco, se venden
en las zonas fronterizas de tu asesinato.
Ellos mismos te entrampan.

Escombro es el olvido, porque te advertí:
«Quien a hierro mata y solicita justicia,
a hierro morirá y será ajusticiado.
A la mierda peor es ir y hurgarla».

Supe que no nacíste para el escombral a tu paso.
porque ninguno de estos escombros
que echaron frente a mi casa es tuyo
y no hay ni hubo ni habrá vergüenza
que me llene de culpa por vía de tu persona.
¡No, mi Rambo!
Hoy te veo más inocente y frágil
que cuando fuíste solo un niño
juguetón y travieso y que me amaba.

Voy y limpio escombros para recoger
más expeditamente tu cadáver.
Sé que ninguna cosa fue tirada por tí.

De veras creíste en orden y justicia.
En vigilancias, en justicia del Estado
(¡yo no tanto! yo prefería creer en tu vida,
en otros sueños posibles, lejos de un cuartel
de policía, o del mundo militar,
o las oficinas de los ‘federico’»).

Tú levantas la luz y te mueres tan pronto,
no sé… si queda tanta tiniebla
y desorden, tareas son de lo incompleto
y pienso que, si es Dios quien te pausó
por amor es para que no lamentes
ni un día más que ésto existe,
o si alguno hubiese que te presionara
porque no has herido ni matado
por razón de tu rango, tu oficio, compromisos
de lealtad y vergüenza; no puedes hacerte
como ellos, los que matan,
golpean, ultrajan,
roban y hacen misas del mal.

Así que también a mí me asaltan y lanzan barranca abajo
por caminos y zonas fronterizas de demonios.
Entonces, no es Dios / no es nadie /
quien digita que mueras en vano,
¿por qué Dios lo permite?
Y a veces, hasta el escombro de Dios,
lo que limpio por este abismo
aunque no sea Dios o Don Nadie..

Hago este recogido de escombros,
limpio el trecho hacia casa,
como escombros está mi alma, ¿te digo?
aunque me reconstruye y unifica
que sea la última vez
que te tienta la muerte

… y cuando vuelvas
te leerás en este verso triste
que te escribo, in memoriam.

24 de octubre, 2007

PARA OIR A ALEJANDRO HUMBOLDT

a Extor Martínez Hernández

«La única clase de libertad que merece tal nombre, la libertad que consiste en el completo desarrollo de todas las capacidades materiales, intelectuales y morales que permanecen latentes en cada persona; libertad que no conoce más restricciones que aquellas que vienen determinadas por las leyes de nuestra propia naturaleza individual»: Nicolás Bakunin

A fin de trabajar por la abolición
de las categorías sociales de capital
y trabajo asalariado y combatir las diversas formas
de totalitarismo y.control autocrático de la producción,
desarrollé esta náusea que se conmueve de ser
un fragmento miserable de lo humano
y me centré en la pregunta más básica y ceñera:
¿Qué puede restaurar mi dignidad?
¿Me dignifica la burla contra otros
si yo sé que sufren de lo mismo, que lo aniquilan
mis propios enemigos, o enemigos comunes?
¿Qué quiero ser, o tener en mí, para estar apto
para lo más diverso y amplio?
¿En qué diversas maneras daré rienda suelta
a mis propias capacidades naturales,
a mis aptitudes de ser libre y con diversas voces?
¿Cómo dar alas a mi vida productiva
sin el cautvo del individualismo posesivo
y antihumano, con la misma competitividad
de los soberbios y opresores?

Entonces, no se extrañen que les exhorte:
si son mecánicos que lavan o aceitan motores
o reparan grúas en talleres, si son torneros
o labriegos en el campo, también
sean poetas
y secuestren violines a sinfónicas,
aprende de ellos.
y de los pasos rítmicos de quienes danzan
sea en salones o en carnavales.

Si son escritores, o poetas, aprendan de todos
los maestros, incluyendo los carpinteros
y artesanos que trabajan el metal o las maderas,
si son economistas o teóricos de la Física Cuántica
salgan de las torres de marfil.
Vayan a las marchas de los obreros rudos,
hablen con lavanderas,
con mucamas, con policías, y aún con ladrones
Ofrezcan cátedras a enfermos
y abranse camino en los manicomios…
Todo el mundo necesita una palabra nueva
y un consuelo y un pan y un amigo…
y alguien que explique las imágenes del mundo
y las leyes ocultas, la Termodinámica
u principios de la electrónica y el magnetismo.
Toddo lo que nos levitaría
desafiando lo est1=pido para felicidfad

02-11-2005 / De «La revolución profunda»

DE LOS IDÓNEOS GENÉTICOS Y LOS CARISMÁTICOS

Esto es lo que ha sido la política
dentro de colores y óptica de los dominadores:
«la explotación del débil por el fuerte»,
control de la producción por las burocracias estatales
en favor de los parias del privilegio
que can la patria y se van pa’ carajo.
La propiedad privada se redujo a su robo,
la libertad de la nación y democracia,
a un sofisma del crélo 99%.

Esto lo que hace decir al hombre común
que la política es mala y perversa.
Y triste que no haya una escuela práctica
que nos cambie el pensamiento
para indignación o vergüenza.

La sociedad sigue siendo ese rebaño
y el individuo, más o menos exitoso,
apéndice de máquina, herramienta especializada
de la producción del oprobio.

Nadie, ninguno que sienta la necesidad vital
de unos cambios, humanizar este poder
del ser robotizado
y arribar a una fase emancipatoria
de su historia, condono lo que prevalece,
que ya no amos o siervos por siempre
de lo necesario, ya escasearon libres para el bien,
no abundan voluntarios para ayudar a otros.

Y en los rebaños a veces surge uno
que parece el genéticamente idóneo
para el triunfo entre celebridades
y se vuelve una vedette, mesías perpetuador
de lo mismo: el mundo aristocrático de truhanes…
sólo que son tan hermosos como estrellas de cine,
hábiles de músculos como el deportista,
hábiles como labios mentirosos y pedantes…
pero están pudridos por dentro
y siguen siendo perros amaestrados por la subhistoria
de los que muerden y quieren aplausos
y premios y millones por esa fortuna genética
de traer grandes colmillos para la blanda piel
de los agachados, humillados,
su pueblo…

Y sigue así la Némesis del mundo,
«la organización del trabajo por los gobernantes»,
la explotación del débil por el fuerte,
el bello, el famoso, el demagogo,
el vendedor merolico de mágicas pomadas
de la personalidad y el charisma…

22-11-2005 / De «La revolución profunda»

MISHPAT

«And it came to pass at noon, that Elijah mocked them,
and said: ‘Call in a loud voice; for he is a god; either
he is musing, or he is gone aside, or he is in a journey,
or he sleeps, and must be awaked’»: Elijah
[burlándose de los adoradores de Baal}

No me gusta el discurso hipócrita de Occidente,
pero tampoco el Oriente que reacciona con lo mismo:
denigrando a todos por parejo, exagerando,
acudiendo a la hipérbole.

Me asquean las palabras demónicas
(en el fondo, violencia verbal que origina
más odio, que es la forma del temor
y eco de la cobardía;

me gustan toda la gente
donde quiera que esté, entre los puntos cardinales
que se atreva hablar de frente,
pero verdad, sin rubores escondidos
por saberse mintiendo).

Me gustan los soñadores como José,
pero los que sueñan porque son profetas
y no porque están en pantomima
como en teatro de marialionzas y embusteros
o en congresos fingiéndose diplomáticos
o conocedores por un salario o una simonía.

Quien se para en firme y condena las abominaciones
y ante dioses de Sodoma y Gomorra anuncia:
«¡pobre de ustedes, nación de ladrones,
antes nación fiel y lugar de justicia!», hoy
de prostitutas y ultrajadores,
leudada esfera por asesinos y mercenarios.

No son demonios ésos que se carga
en la metáfora, que saca de profecías
esta imagen doliente.

No son caricaturas ni ofensas.
Son observaciones sinceras, valientes,
necesarias, objetivas.

24-11-2005 / De «La revolución profunda»

LA NECESIDAD DE SER HONESTO

Cuando vengan con coacciones a tu vida,
si te tocara revelar tus secretos,
abre la boca bien como una O de infinito
y sé honesto porque la honestidad
lastima, revienta, humilla
a los intrusos, a grandes valemadres,
a mentirosos. Dáles guerrilla y terror
con bombas exterminadoras.
Tira verdades contra sus muros de atropello,
sus paredes de artilugios.

Las verdades matan más que los balasos.
Dílas con la elocuencia de su preciso argumento.
No añadas adornitos, subterfugios.
Házlas proyectiles, con consecuencias
expansivas, dolorosas.
Súrtelas valientemente.

Esta sociedad envilecida ya no merece
mentiritas piadosas y solemnes baratijas
de sutil retoricismo.
Es la hora de las verdades, porque el mundo
ya no puede estar más jodido con la hipocresía
y el sueñito americano de pendejos
que es demasaiada escoria por su peso.

Es hora de hablar y acabar de una vez
y para siempre el hermetismo.

12-01-2004

UNO COMO NOSOTROS

Cuando tuvíste la oportunidad de acercarte
al más joven e indefenso,
lo avergonzaste con filfa de tus argumentos
y él, tal vez hizo que pensaras que lo adoctrinaste,
que ya lo tendrías en tu mano,
comiendo tu alpiste… O en tu puño,
asfixiándola,
pero muchos de ellos son cimarrones,
indómitos, libres en el alma,
predeciblemente marginales,
y la soldadesca puede menos que los sacerdotes.

Entonces, hay que encarcelarlos,
privar con tortura todo lo que sienten,
sacar con tirabuzones, hierro ardiente
y cuñas o astillas de madera debajo
de las uñas, extraídas de cuajo
y tono de lengua en fuego, confesiones
que no se entregan a extraños.

Hay que robarles la palabra y el aliento.
Entonces, los soldados no regresarán a sus casas.
No pueden rendirse sino rinden
primero al terco, al salvaje.
Y se buscarán al más pequeño de los indios.
Gran número de ellos, que duela la venganza.
Y los instruyen con labor obligatoria
en sus fortines, sus minas, sus campos agrícolas
o talleres; aislándolos de sus padres, soñolientos,
apenas premiados por el pan malhecho.
A nada tienen derecho por más de la mitad del día.

Entre odio y tristeza, puede que uno de éstos,
los pequeños, estos / los frágiles / ofrezcan
sus lealtades y sangres
y puede que así, lentamente, suplantarán
poscolonialmente lo que había en el fondo
de sus tradiciones y puede que hasta gradúen
a uno o dos de ellos, como líder, alma extraída,
alma suplantada, para capataces, segundones,
con criterios hegemónicos
de sus opresores / nativos
comportados como extranjeros…

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.