Cultura

Cirio

Cirio de Jesús

   Cirio derramador de lágrimas que chorrean interminables por los guantes inmaculados del niño que habita en el éxtasis ante el dolor que emana del madero torturante -y con espinas la frente- en el que el hombre al que por nombre pusieron el de Jesús sangra, y por la sangre salvador sin duda de todos los que arrastran sus miserables vidas por el filo mismo de la navaja.

   (Silencio. Los faroles que iluminan. La cruz que guía. Las cruces que exculpan. Los pies descalzos. La cadena que ata y que por atar desata. El color austero del penitente. Los dibujos en el aire del incienso)

 

Cirio de María

   Cirio vivificante, luminaria pura que encandila el corazón del niño arrobado ante el refugio de plata en el que mora la compunción sobrecogedora de la mujer hermosa a la que por gracia pusieron la de María, regazo inmenso y misericordioso, la esperanza, sin duda, para todos los que sufren en sus carnes el rechazo y la marginación por el color de su piel, por la naturaleza de su credo o de su sexo.

   (Silencio. Las trompetas sobre los hombros. El estandarte que guía. Las cruces que exculpan. Los pies descalzos. La cadena que ata y que por atar desata. El color templado del penitente. Los dibujos en el aire del incienso)

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.