Cultura

¿Sabes cómo…?: Reparación de esquís

Estos días de primavera que la nieve tiene tanta carga de agua se pone muy dura por las mañanas y en ciertas orientaciones sigue dura cuando ya nos toca hacer el descenso. Encontrar placas de hielo con  unos cantos que no están afilados es de las sensaciones más desagradables a la hora de esquiar. Además que en estas fechas empieza la nieve a escasear y nos vemos obligados a esquiar por zonas con piedras y poca capa de nieve.

 

 

Unos cantos bien afilados y la suela de los esquís reparada y encerada nos asegurarán descensos seguros pero también mejores sensaciones en las curvas

Llevo ya muchos días haciendo un uso intenso de mis esquís, y ya iba siendo hora de dedicarles no un descanso, pero sí una ligera reparación. Tengo la gran suerte de poder repararlos en un alquiler de esquís en el que trabajé unos años, Hiperski Jaca, en la carretera de Pamplona.

 Este taller, aunque no repara al público ya que es sólo para los esquís y tablas del alquiler, cuenta con todo el material necesario para dejar los esquís en perfectas condiciones. Os voy a explicar un poco cómo lo hago habitualmente y en otra entrega explicaré cómo hacerlo en plan casero, y por tanto cómo lo haré cuando esté en el Tibet y tenga que repararlos sin maquinaria.

Limpiar la suela

         Lo primero es cerrar los frenos para que no interrumpan en la suela, cogiéndolos con una goma elástica. Ponemos los esquís con las suelas hacia arriba y observamos, también con el tacto, cómo está de dañada la suela y los cantos.

Con disolvente y un trapo se limpia la suela de impurezas. Se repite también con un cepillo de cerdas de latón para retirar la cera y otras impurezas de la suela. Las suelas pueden ser negras o transparentes. En los míos son transparentes, de modo que tengo que usar cófix transparente para arreglar los arañazos.  

Tapar los arañazos

El cófix es un polímero plástico para rellenar los arañazos y surcos que le hacemos a las suelas de los esquís cuando pillamos una piedra. Necesita fundirse para aplicarlo en la suela en forma líquida y cuando se solidifica de nuevo (en apenas un minuto empieza a plastificar de nuevo) queda el arañazo tapado.

Para aplicarlo hay unas pistolas de aplicación especiales, que además de fundir el cófix, lo aplica perfectamente sobre la suela. 

 Estructurado de la suela

Una vez tapadas todas las rayas de cada uno de los esquís hay que lijar el sobrante de cófix y a la vez hacer el estructurado de las suelas. El estructurado es una serie de pequeños surcos en la suela de los esquís cuya función es retirar el agua o la nieve de la suela tal como lo hace el dibujo de los neumáticos de un vehículo.

Las modernas máquinas que muchos talleres tienen para hacer el estructurado permiten escoger incluso el tipo de estructurado que queremos hacer, en función del tipo de nieve o de la modalidad deportiva de esquí que se haga.

Para mis esquís, sencillamente el estructurado lo hago con una banda de lija que hace los surcos de manera aleatoria, lo cual viene bien en todo tipo de nieves.

 

Afilar los cantos

También hay máquinas que afilan los cantos de manera automática al ángulo que se desee. A mi, la verdad, es que no me gustan nada estas máquinas puesto que se comen el canto muy rápido y no de igual manera en toda su longitud. De modo que yo prefiero afilarlos a mano con un ángulo diseñado para tal efecto.

Antes de nada, aclararé cómo es la estructura de un esquí, para distinguir el ángulo lateral del ángulo de base o también llamado ángulo de tuning.

 

Los cantos vienen de fábrica a 89º (con 0.5º lateral y 0.5º de tuning). Es conveniente no modificar estos parámetros a la hora de repararlos, para controlar el canteo del esquí en todo tipo nieves (polvo, primavera, dura, costra, venteada, pesada, etc..), pero sobre todo para no desgastar en exceso el canto cada vez que se afilen.

Lo primero es comprobar que el ángulo es el correcto. Donde indica 1º, quiere decir que hará 0.5º de tuning, ya que el 0.5 restante se sobre-entiende que se hace en la base junto al estructurado.

También hay que fijarse en la orientación de la lima para afilar y que viene representada en un lateral por una flecha, de modo que hacer el canto del otro lado hay que dar la vuelta a la lima.

Para terminar el afilado se pasa una coma (valdría incluso una goma de borrar) por los extremos de la espátula y la cola de los esquís. A esto se le llama “matar el canto” para no dejarlo tan afilado en estas zonas y que el esquí entre y salga de las curvas sin enganchones.

Pasar después un trapo por los cuatro cantos para limpiar las virutas que hayan quedado.

Encerar las suelas

Y para terminar el encerado de las suelas. Se nota enseguida que los esquís no corren suficientemente bien y que las suelas están excesivamente secas. La hidratación de la suela que proporciona el encerado nos permite disfrutar muchísimo más del esquí.

Existen diferentes tipo de cera que abarcan distintos rangos de temperatura de la nieve, y también ceras de aplicación fría. Yo habitualmente procuro poner cera caliente porque entra mejor en los poros de la suela y por tanto aguanta más tiempo. Y de un rango que se llama “universal” que abarca todas las temperaturas de la nieve (de -20 a +5 aproximadamente). Esto lo hago a máquina ya que a mano es una tarea más pesada.

Se aplica la cera sobre el rodillo, se esperan unos 5min hasta que éste se empape de ella y ya podemos pasar el esquí. Yo lo hago dos veces, una despacio para que la suela coja mucha cera y otra más rápido para que quede uniforme. Así ambos esquís.

 

La cera tapa el estructurado de la suela, por lo que después de ponerla hay que quitarla para liberar el estructurado. Así el esquí además de correr más, responde mejor.

 por Raúl Muñoz, Director de guiasdejaca.es y Organizador de la Cho-Oyu Expedition Ski 2012

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.