Economía

La cuenta la vieja

No paramos de ver, leer, escuchar, acerca de la crisis económica, un día y otro desde hace más de cuatro años, estamos un poco saturados del ánimo fatalista, que nos insuflan día tras día a través de los medios y que se ha enquistado en nuestras vidas hasta dejarnos en estado catatónico , ¡claro! que como no va a ser así, si hasta el más optimista no deja de sufrir agresiones al bolsillo, nos han hecho perder nuestro sustento,  puestos de trabajo, cerrar nuestros pequeños negocios y los grandes también, bajada de pensiones, subida de impuestos generalizada, grandes subidas de precios de la energía y después de empujarnos al vacío del  híper-consumo occidental, nos quitan la red y nos hacen sufrir una caída hasta la fosa de las Marianas, pero no solo esto, sino que ahora nos amenazan con que va a comenzar el hiper-consumo oriental y que no nos van a comprar ni los inventos.

Como si de una reunión de médicos y chamanes para sanar al Mundo en su economía, opinan diariamente los estudiosos titulados de la Economía, esos eruditos o gurús financieros, que por otra parte, son los que nos han metido en este agujero negro con sus especulaciones, estudios, consejos, valoraciones, visiones futuristas y demás tontunas globalizadas y que por otra parte lo único que persiguen es seguir manteniendo su poder egoísta y puestos a opinar,  yo también tengo mi opinión, no sé si a alguien le interesará, es  la de un simple miembro de la Sociedad, “ciudadano del mundo globalizado” , que nos ha tocado vivir y que le gusta simplificar los problemas hasta su reducción, resolución y extinción, fijando como método de trabajo,  el ancestral análisis simple y sincero de nuestros mayores o también vulgarmente llamado “la cuenta la vieja”.

Voy a intentar reducir el problema a su estado más simple: ingresos-gastos = resultado, si es (+) superávit y si es (-) déficit.

Ingresos.- Los obtenidos a través de los impuestos en energía, por  la extracción de materias primas, fabricación, producción agraria, industrial de bienes y su comercialización, es decir, los obtenidos a través de las rentas productivas (las que producen sudor del bueno y desarrollo sostenido)y por los impuestos directos e indirectos a las rentas de capital. Aquí para mí, no entran las que denomino “rentas de trabajos inventados”, como son algunos servicios innecesarios que lo único que hacen es complicarnos y encarecer  nuestras vidas, como son, las obtenidas a través de por ejemplo: los intermediarios en el sector servicios, alimentación, agrario, comisionistas, Colegios Profesionales, etc.

Gastos.- Todos aquellos derivados del mantenimiento de los poderes e Instituciones del Estado, como son el mantenimiento de funcionarios del Estado, de las Cámaras Legislativas, Autonomías, Ayuntamientos, Diputaciones, Seguridad Social, Sindicatos, aportaciones a otros países,  aportaciones con ayuda militar a la OTAN, ONU, etc., Pensionistas, Gastos militares, Desempleo, Infraestructuras,  los producidos por los burócratas y sus paridas excesivas, creadas por algunos pensadores que malgastan su tiempo y nuestro dinero, en inventar nuevas normativas, leyes y  obstáculos para que la máquina del trabajo se ralentice, hasta casi su paralización y por supuesto, aquí también incluyo las de los mangantes  que se apropian de los fondos públicos, ya que estos son gastos injustificados e injustificables, apoyo financiero a la Banca y mucho más, de lo más, lo más “barato” la Real Casa.

Si hacemos “la cuenta la vieja”, veremos y así simplemente por encima, que las cuentas no salen de ninguna de las maneras y que por cada ciudadano que trabaja de verdad y genera riqueza, hay además de sus cargas familiares y Estatales,  tres  ciudadanos más a su cargo. Esto no es sostenible y lo peor es, que lo mismo unos, que otros siguen endeudando a nuestro País y por consiguiente a sus ciudadanos, que seremos los que tendremos que pagar la deuda que ellos están generando, para mantener un sistema corrupto y egoísta, manejado por inútiles acomplejados y sin dar a los deudores de futuro nada a cambio, salvo disgustos.

Por ello y por mucho que se esfuercen en recortar para ahorrar lo que no tienen, según “la cuenta la vieja”, ahorrar es no gastar lo que tienes y guardártelo, pero si no lo tienes, lo que no gastas es no endeudarse más.

¡No se abrume! Estimado lector, lo peor de todo esto, no es esta puntita del Iceberg, lo peor es que para llegar aquí, hemos tenido que perder muchos principios y efectivamente, esa es la auténtica crisis, la de valores, la que está por debajo de la superficie. Yo me pregunto ¿Dónde está aquella voluntad de los 70, de “ Libertad sin ira”?,¿Dónde están la Justicia Social y la Otra?, ¿Donde está la independencia  de los Poderes?, ¿Dónde está la Equidad?, ¿Para qué sirven las Autonomías?,¿Para que sirven los Sindicatos, si les paga quien nos agrede?, ¿Dónde está la Solidaridad?, ¿Dónde está el Respeto por los demás?, ¿Dónde están los líderes políticos honestos, que trabajan para quien les paga, los ciudadanos?,  ¿Por qué no se cumplen las leyes por los legisladores?, ¿Por qué nadie pide perdón, ni asume responsabilidades  políticas, económicas o jurídicas, cuando se equivocan o cuando roban con bolsas de basura,(que es mucho más, que a manos llenas)?,  ¿Dónde está la educación en la Ética?, ¿Dónde están los principios fundamentales de los partidos de izquierda?,  ¿Dónde está el proyecto de pleno empleo de hace 5 años?, ¿Dónde está el Superávit de las cuentas del Estado y las reservas de la Seguridad Social? Y muchas preguntas más, que me hago a diario y que no reciben respuesta.

Lo que si tengo claro, es que nada está donde debe estar, unos y otros nos han mangoneado, han vuelto del revés lo que funcionaba bien y han puesto en valor oropeles de hojalata, vendidos como lingotes de oro y hasta que no solucionen esta Crisis de Valores, sacrificando lo que no funciona de este sistema asqueroso y exterminando a sus garraputas y garrapatas, difícilmente se van a solucionar el resto de los problemas y menos aun con recortes, sin apoyo a la pequeña empresa, sin apoyo a la investigación y a las nuevas tecnologías, pidiendo más sacrificios a los españoles, entregando más dinero a los culpables de este fiasco; pretendiendo que con la que está cayendo, salgan de debajo de las piedras nuevos emprendedores, para abandonarlos a su suerte a la primera de cambio, subiendo impuestos, etc. ¡No señores políticos, ya no tienen ni un poquito de credibilidad!, Porque la han dilapidado y lo único que han conseguido es,  que yo al menos, no me crea nada, desconfíe  de todas y cada una de sus palabras, que son el 80 % mentiras y el 25% fraudes y manipulaciones, porque el  5% son fraudes con mentiras, aunque eso si, el porcentaje de fraudes, está subiendo día a día.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.