Cultura

Island Peak y cómo aclimatar a la altura (1de3)

Aún suenan en mi cabeza, con cierta nostalgia he de decir, melodías de hace años. En una de ellas una jovencísima Ana Torroja, del grupo Mecano, cantaba: “oxígeno, nitrógeno y argón… sin mezcla definida”. Una bonita forma de definir la atmósfera, pero siendo estrictos tengo que decir que aunque la mezcla sí se conoce, es cierto que la composición es básicamente esa.

Raúl Muñoz paseando por las calles de Huaráz (Perú) a 3.500m de altitud.

Aproximadamente un 20% de oxígeno, un 79 de nitrógeno, menos del 1% de argón y el resto es vapor de agua, otros gases nobles, CO2 y un puñado de sustancias en suspensión como polvo o gramíneas que en estos días en que las flores empezarán su festival de primavera les traerán de cabeza a muchos alérgicos.

Pero vengo a hablaros de qué les sucede a los alpinistas cuando realizan sus actividades a grandes altitudes. Independientemente de que sean o no sensibles a las gramíneas u otros alérgenos. Aunque bien pensado, la hipóxia, o falta de oxígeno en altura, también podría considerarse una forma de alergia. A la que todos nosotros somos sensibles, si bien unos más que otros.

Y también quiero invitaros desde estas páginas a venir con GUIASDEJACA a la ascensión del Island Peak, en el valle del Khumbu de Nepal, explicando cómo se va aclimatando nuestro organismo a la altitud, y dar algunas recomendaciones en cuanto a la estrategia a seguir para llegar a la cumbre y bajar con más garantías.

Lukla a 2.800m es el punto de partida para la expedición al Island Peak. Foto col. Raúl Muñoz

El Island Peak es una bellísima montaña de 6.189 metros de altitud sobre el nivel del mar. No es una altura extrema como la de los ochomiles, pero sí una cota a la que hay que tener respeto y afrontarla con las debidas precauciones. Una ligera valoración de los peligros objetivos de esta montaña nos hace tener en cuenta que hay que tomar precauciones en cuanto a:

–         los glaciares y las grietas que están en ellos

–         la cresta final que llega a la cumbre

–         la nieve y el hielo por el que hay que progresar

–         la altitud y todo lo que ello comporta

En cuanto a los tres primeros peligros no habría una diferencia grande entre subir a alguno de los tresmiles de nuestro Pirineo con el Island Peak. Lejos de quererlos comparar, donde quiero marcar la diferencia es que incluso haciendo el día de cumbre 1.200m tanto en el Aneto como en el Island  Peak, no suponen el mismo esfuerzo, ni el mismo peligro llegar a 3.404m que a 6.189.

Se llaman patologías de la altitud a los males que los alpinistas sufrimos al estar expuestos a una altura a la cual nuestro organismo no está habituado. En mi trabajo me preguntan a veces a qué altura empieza uno a sentir los efectos de la falta de oxígeno. Antes de dar respuesta a esto dejadme que os explique por encima por qué necesitamos el oxígeno y cómo lo usan nuestros músculos para realizar un esfuerzo.

En el interior de las células, el oxígeno que es transportado por la sangre, se utiliza para realizar una reacción química en la que a cambio de nutrientes (glúcidos, grasas o proteinas) se obtiene energía con la que los músculos son capaces de realizar un trabajo. De forma resumida, con los azúcares la reacción sería:

donde ATP es la unidad de energía que produce la célula. Así también hay una reacción con las grasas, que son las que más energía producen, y otra con las proteinas, que son las que menos energía producen.

Sin querer ir más allá, vemos que para producir energía utilizable por el organismo necesitamos, entiéndase de manera esquemática, nutrientes, agua y oxígeno. En alta montaña los nutrientes y el agua van en la mochila, pero el oxígeno se suele tomar sencillamente respirando el aire que nos rodea. Pero el aire circundante en alta montaña, aunque sí es igual en su composición al del nivel del mar, no tiene la misma presión.

La atmófera respirable tiene una altura aproximada de 10.000 metros. Estos diez kilómetros de aire hacen una presión al nivel de mar que por convenio es de 1atmófera (atm), 760 milímetros de mercurio (mmHg) o 1013 hecto-Pascales (hPa). Y aunque la presión no varía de manera uniforme con la altitud, sabemos que a 5.500m la presión es mitad que a nivel del mar, y por tanto, en el mismo volumen la cantidad de aire, y con ello de oxígeno, es también la mitad.

Roberto y Raúl en la cumbre del Toubkal a 4.167m

Dicho con otras palabras, que si estamos en la playa y realizamos una inspiración, cogemos una cantidad de aire que contiene x de oxígeno. A 5.500m de altura, con la misma inspiración captamos para los pulmones la mitad de oxígeno. Por lo tanto, se necesitan en resumidas cuentas dos inspiraciones para obtener el mismo combustible.

Como regla mnemotécnica podemos hacernos las cuentas con que por cada 1000m hay un 10% menos de presión, y que a partir de 5.000m es necesario respirar más veces para realizar un esfuerzo. El número de veces que hay que hacerlo depende de muchos factores, pero los más relevantes son:

–         aclimatación a la altura (tiempo de habituamiento)

–         entrenamiento

–         edad

–         componente genético

–         otros…

¿Qué es entonces eso de la aclimatación que parece tan importante? Sencillamente es el tiempo que necesita todo el organismo para habituarse a la altura, en cuanto a la cantidad de oxígeno que recibe. Tanto a nivel respiratorio y circulatorio, como a nivel psicológico. Puesto que los alveolos en los pulmones necesitan adaptarse morfológicamente a las especiales condiciones de altura (busquen expansión pulmonar y una sustancia que segregan llamada surfactante pulmonar), se necesita solamente tiempo para que esto se consiga. Y de no conseguirse, que puede suceder, el remedio es bajar de altura, donde hay más presión.

El siguiente cuadro de aclimatación, nos muestra que por encima de 5.500m son necesarios 3-4 días para estar más adaptados a esa altura. Y que a partir de 7-8 días se entra en degradación del organismo.

evolución del malestar en altura respecto al tiempo de permanencia. Foto: Universidad de Buenos Aires

Por tanto, la estrategia para ascender a una montaña de 6.000m como el Island Peak será

–         caminar en las jornadas de treking con el mínimo peso posible

–         jornadas de no más de 6h de actividad

–         no llegar a 4.000m antes del tercer día

–         al alcanzar 4.500m bajar a dormir ese mismo día a menor altura

–         domir una noche a 5.000m si no se presentan síntomas graves (dolores fuertes de cabeza, falta de apetito, vómitos, orinar poco y muy amarillo, etc…). Después bajar a descansar uno o dos días a 4.000

–         volver a subir a dormir a 5.000m y comprobar la mejoría

–         hacer cumbre en el Island Peak a 6.189m y bajar.

–         el resto de días de regreso no influyen puesto que se va bajando de altura.

Y este mismo esquema se aplica a todas las montañas en las que haya que dormir por encima de 4.500m, que son muchas. En la Cho Oyu Ski Expedition, para coronar los 8.201m de la cumbre la táctica a seguir es igual, aunque el número de días necesarios se alarga mucho más.

Si estás interesado/a en venir al Island Peak, la salida la tenemos programada para el 17 de agosto, y la vuelta para el 31. Justo las vacaciones de verano. Puedes venir incluso con esquís, para darle mayor emoción. Pero también para los andarines que no quieran ponerse un arnés y unos crampones iremos caminando hasta el Campo Base del Everest. Así que está abierto a todo tipo de gente.

Anímate y escribe un correo a [email protected]. Estaremos encantados de resolver todas tus dudas.

En el próximo artículo explicaré más en profundidad las patologías de la altitud: mal de altura, edema pulmonar y edema cerebral. Sus síntomas, algunas experiencias personales y cómo prevenirlas…

 

Raúl Muñoz – Guía de Alta Montaña

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.