Cultura

Cuando era dulce

Me pregunto en qué idioma pensaría, no digo ahora, porque se que al leer en italiano debe pensar e imaginarse en italiano, pero de vez en cuando comienza hablando en su lengua y termina en un italo-español moderno que suena a hechizo… a palabra mágica, y abre los ojos del tamaño del asombro y la atención, como esperando alguna aprobación, sin saber lo que se pierde por no poder disfrutar escucharse.
La mayoría de las veces lo veo y no encuentro conexión real entre su presencia y los últimos  años sin vernos./
Y se desprenden en las horas de calor de un noviembre de Mendoza,
las mariposas negras de todos los desconsuelos
 y el aire es volátil como los dolores y los miedos
 y se limpia la hora de la siesta con tus sueños de mi eterno, eterno niño…
y te deseo
 de plexo y conversión orgánica,
y te disfruto tenuemente
 en las 15:30 de una tarde que no le teme          ni al fuego de un sol arto de pasión
ni al de una luna fría                                          que congela un horizonte recortado de Aconcagua
Y así, se hace AL amor, como se hacen a las buenas salsas
cada condimento en su temperatura justa y propia
a tibieza de un fuego que no pretende quemar sino favorecer  cada aroma,
cada sabor que pierde en su propio juego de madurez
 la innecesaria codicia natural…
y un precioso aceite de oliva que en alquimia une y desenreda
ata y alivia..
el ruido sabroso de chistido de un salteado, de un dorado
de aquello que se transforma en el peso de un jugo exquisito, como los besos
en similar melodía de pequeños estallidos…
/Me tomo un mate, y te sigo viendo, y me pregunto en dónde y quien fue el artesano encargado de escribir nuestra historia y nuestras almas/
Después tus pasos por las escaleras.
levanto la vista                                                            solo para emocionarme
para ratificar que es esa la figura preciosa que te contiene y te da formas
que te encarna,
solo por la maravilla de poder describirte
encontrar en cada espacio de fatídica luz que en vos se choca,
la limpia escarcha de tu pelo negro
de tu boca exacta, de tus gestos que insinúan que te amo
de una simpleza tan basta, iluminada
que revienta todos los desconciertos
y la realidad es la caricia de tus pies descalzos a los escalones,
y la verdad en este silencio de 40 grados
es que me he vuelto tan tuya…          -a gusto y placer, a paz, a llovizna-
que ha muerto con tu regreso toda mi genialidad oscura,
que la pureza habita cada espacio de lo que unidad no comprende
que la vida se ha vuelto un 3/4 de encanto de novelas
de mis anhelos
de mis
de…..15:57…
….!..
se despiertan las plumas en los dedos
a cada caricia
se hunden las palmas en la mullida sensación de tu piel.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.