EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Al presunto líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, al igual que a Baltasar Garzón en su día le han puesto en la calle, pero con una diferencia: A Correa le han puesto en la calle y a Garzón lo han plantado en la calle.
En este caso hay dos cuestiones que los españoles no alcanzan a comprender la primera de ellas porqué Baltasar Garzón ha sido apartado de la judicatura y menos se comprende aún después de enterarse de que en el Consejo General del Poder Judicial, sus miembros, caso de su presidente, Carlos Dívar, pueden, porqué en su día así lo acordaron ellos, gastarse el dinero público sin tener la obligación de justificarlo y no pasa nada. La segunda es que da que pensar lo de la fianza impuesta a Francisco Correa, en un primer momento el juez Antonio Pedreira, le impuso una fianza de 15 millones de euros, posteriormente el juez Ruz, la rebajó a 600.000 euros para al final quedarse en 200.000. Yo creo que los abogados de Correa, dicho sea con todo el respeto, no han gestionado bien esto de la fianza. Si hubieran “regateado” un poco más con haber depositado en la Audiencia Nacional algún álbum que pudiera poseer Correa desde su infancia, con estampas de jugadores de futbol, añadiéndole su bolsa de canicas, su peonza favorita y su tirachinas lo cosa podría haberse arreglado. Mi amigo Pedro y yo no hemos apostado un café. Pedro dice que Correa ya no vuelve a la cárcel y yo mantengo que sí, aunque me asalta el temor de que puedo perder. ¿Ha dimitido ya Carlos Dívar?
