Cultura

La primavera del comisario Ricciardi, de Maurizio de Giovanni

La primavera del comisario RicciardiMaurizio de Giovanni

La primavera del comisario Ricciardi

Traducción de Celia Filipetto

Lumen- narrativa

Nada correcto ni justo por mi parte si adelantara los acontecimientos de esta Primavera del  comisario Ricciarde, pues sería restarle todo el rico y vivo interés de su intriga, pero, si puedo escribir la crónica diaria de su transcurrir, cosa fácil puesto que la narración es el día a día de una historia que por sencilla, va llenándose de ternura  con tramos amargos de no menos tristeza, sobresaltos, dadas las muchas aperturas que van sucediéndose a medida que avanza la lectura. Una lectura que invita al lector a  irse montando sus propias sospechas y supuestos sobre la muerte de Carmela Calise, anciana que vive en un piso miserable de una callejuela de la ciudad de Nápoles donde se ganaba su sustento como vidente y echadora de cartas.

Y por esas callejuelas de la ciudad que parece que todo lo admite, nuestro protagonista el comisario Ricciarde intenta descubrir al culpable o la culpable de esa extraña y súbita muerte. La tarea a cada paso, a medida que se abren posibles pistas para llegar al fondo de la investigación se convierte en un verdadero laberinto del que escribo al principio de la crónica. Y el asunto se va volviendo más dispar y lleno de oscuridades y  no menos suposiciones, por la variada y curiosa lista de personajes que van surgiendo y que todos, según se va descubriendo, han sido clientes de la víctima.

De modo que todo tipo que aparece en la narración puede levantar sospechas, en algo que podría haber sido un caso de asesinato rutinario más en la vida diaria de Nápoles, que se transforma en curiosa y tensa aventura que preocupa tensamente, aunque al principio lo disimule, al fascistón del jefe superior de nuestro comisario, pues resulta que un alto personaje muy relacionado con el propio Mussolini también puede ser sospechoso, porque, se me olvidaba, la historia se desarrolla  en los años treinta, cuando el fascismo domina  en aquella Italia  plena de fiebre y fascismo redentor con las camisas negras rebosantes de gloria, bajo la batuta del teatral y gesticulante comediante que mejor a imitado a los emperadores del imperio romano. Bueno el mejor, hasta este segundo que conocemos en la actualidad como caballero Berlusconi.

El comisario Ricciardi pese a su sencillez y calma exterior para abordar los problemas, lleva consigo un monologo interior e intimo que lo atormenta. Un sinvivir, que no es otro que la muerte de su hijo por lo que mantiene  vida solitària, como luto permanente, en compañía de una curiosa y viaja tata. Esto llena de una cierta patina de tristesa su vida, que para calmar el trauma interno, suele contemplar por la ventana lo que sucede al otro lado de la calle de la  estrecha calleja, también tras una ventana donde vive una mujer entregada en sus quehaceres. Observa sin malicia, con  palpitación  íntima, que parece crearle una vida ensoñada con la silenciosa vecina cuidadora de su familia. Y entre ellos, sin intercanviar palabra parece existir una cierta y extraña comunicación.

Mas en la  vida profesional  siempre  cuenta con su ayudante el sargento Maione fiel e insobornable y muy profesional, calmoso pero constante en su cotidiano trabajo de investigación de un lugar a otro. Quien de improviso se ve inmerso en un  soprendente y doloroso suceso. Este no es otro que el de la  mujer más bella y codiciada del distrito, vecina de la anciana asesinada, de nombre Filomena que se siente siempre acosada por más de uno y señalada como puta, porque dada su contundente negativa, cuando incluso el dueño de la tienda donde se ocupa lo intenta Pero pese a su precaria economía,  lo que ocurre es que guarda fidelidad a su marido fallecido. Pero, misterio, recibe un corte que en una mejilla que le desfigura toda la cara.

Esta historia que se desarrolla  en la vida obscura de Nàpoles en los momentos mas triunfalistas, también fatales y trágicos para un amplio sector de la población, ofrece como fondo, unas torrentera llamémosle secuencias, donde de improviso lo que se está narrando, sucediendo, cambia de súbito a otro espacio diferente con escenas distintas, como si fuera una sucesión de cortas narraciones pero que a medida que se producen, van creando la  unión, pues en el fondo, se trata del mismo asunto: el descubrimiento de quién o quienes, han podido asesinar a la vieja vidente que echaba las cartas a la más variadas personas y pesonajes de la envolvente Nápoles.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.