Sociopolítica

Nadie a su derecha

EL CRISOL    –    Pascual Mogica Costa

      

         “Hemos ganado cuando no había nadie a nuestra derecha”. Estas son las palabras que pronunció José María Aznar cuando el Partido Popular ganó las elecciones generales de 1996, las primeras que ganaba la derecha desde el advenimiento de la democracia en España tras la muerte del dictador. Creo que no es necesario aclarar que desde ese año hasta el presente, ninguna formación de extrema derecha se ha presentado a las elecciones generales, salvo alguna candidatura formada por cuatro nostálgicos a los que no han votado ni sus propias familias. Luego no resulta difícil sacar en conclusión donde está agazapada la extrema derecha. Está en el Partido Popular. Pecaríamos de incautos si llegáramos a creer que en España la extrema derecha no es numerosa y que no tiene un número importante de simpatizantes, los tiene y por eso desde el Partido Popular se procura tenerlos a su lado y ello lo consiguen a través de la intervención pública de algunos de sus cargos más significados que a modo de consigna se manifiestan, como lo ha hecho recientemente Esperanza Aguirre, con declaraciones tales como criticar al Tribunal Constitucional y pedir, a raíz de lo de Sortu, que deje de ser una institución autónoma frente a los tres poderes del Estado e integrarlo como una sala más del Tribunal Supremo. Los argumentos que emplea Esperanza Aguirre son los de que los dictámenes que emanan del Constitucional provienen de un órgano formado por jueces “nombrados por políticos” que entran en cuestiones sobre las que a juicio de Aguirre “no les corresponde opinar” y que no les incumbe enmendar la plana y entrar a valorar cuestiones de tipo legislativo. No es que uno sea un experto en cuestiones legales, al contrario, soy complemente lego en esta materia, pero creo que no hace falta ser muy “espabilado” para saber que el Tribunal Constitucional se preocupa de que lo que se legisla, lo que dictamina la Administración de Justicia y lo que deciden desde el Gobierno, entre dentro de los límites marcados por nuestra Constitución. Vamos, pienso yo. Si es que se nos permite pensar porque después de ver como se expresa Esperanza Aguirre, uno tiene sus dudas-

     También recientemente la “encargada” de mantener a la extrema derecha dentro del PP, se permitió decir sobre los sindicatos: “Estos sindicatos caerán como el muro de Berlín”. O decir que lo último que en este momento necesita España es “una movilización política  y, por tanto, ilegal”. No sé porqué ella se ha dedicado a la política y además vive de ella, y encima se permite criticar el que los miembros del Constitucional sean elegidos por los políticos a los que perece tenerles manía. Con su actitud uno puede pensar que esa “limpieza” a la derecha del Partido Popular a la que se refirió Aznar pudo afectar a la hoy presidente de la Comunidad de Madrid y que critica la forma de hacer de los políticos, a los que critica que se movilicen ya que esto supone, según ella, entrar en la ilegalidad. O sea, que Esperanza Aguirre, dirige los “palos” contra todo aquello que “molesta” a la extrema derecha: los políticos y los sindicatos democráticos.

     No es difícil comprender que en 1996 “no quedara nadie a la derecha del PP” si tenemos en cuenta lo que José Mª Aznar dijo y publicó el periódico La Nueva Rioja el 9 de mayo de 1979: “Vientos de revancha son los que parecen traer algunos de los ayuntamientos recientemente constituidos. Las calles dedicadas a Franco y a J. Antonio lo estarán a partir de ahora a la Constitución. En Valencia la Plaza del Caudillo pasará a llamarse del “País Valencià” Y no hemos hecho más que empezar. Se dedican a borrar la historia”. O lo que el fallecido Manuel Fraga dijo sobre Franco en noviembre de 2008 en el curso de la celebración en el taller “Escuela y Democracia” organizado en Aragón por el Colegio San Viator: “Franco era severo, pero nunca fue un criminal, que yo sepa”. La verdad es que, que se sepa, Franco nunca le puso la mano encima a nadie, solo se limitaba a firmar las sentencias de muerte. En fin, así está la cosa. En España solo hay una derecha: Toda.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.