Cultura

Amigos Míos

Sentir celos o envidias, es humano, pero no es sano. Para superar estos sentimientos hace falta encontrar la confianza necesaria para esforzarse e intentar conseguir aquello que han conseguido otros, no siempre podrás conseguir lo mismo, quizás sea cuestión de tiempo, de seguridad, de motivación, pero en ocasiones la auto-motivación no es suficiente y tienes que buscar apoyo, motivación en otras personas de tu entorno, hasta que encuentres a alguien que te de esa confianza en ti mismo. Como en cualquier equipo hace falta que exista una cierta química, que sus jugadores se entiendan, que haya compenetración y así todo el equipo juega mejor, al igual que el portero que habla a sus compañeros de equipo para colocarlos en el campo si ve que pierden la posición, las amistades o la familia deben hacer lo mismo cuando alguien pierde el rumbo, al menos hasta que encuentre ese rumbo.

Una vez encuentres el rumbo correcto, no dudes en avanzar sin mirar atrás, porque si tienes confianza en que es el rumbo correcto, sólo te podrá parar una bala, pero mejor si no te para nada, aunque a veces hay barreras, muros, obstáculos, como piedras en el camino, pero tú eliges cómo reaccionar ante la piedra del camino, se puede hacer de todo, desde pasarla por los lados hasta saltarla, o simplemente apartarla del camino, si no es muy grande claro, de una patada.

Pero a base de esfuerzo se hacen las sendas de la gente, las vidas, y en ocasiones hay que limpiar el camino, como el que limpia el portal de su puerta o el que se limpia los pies en un felpudo antes de entrar en casa. En cualquier caso, como la buena cocina, hay que hacerla con cariño, con amor, pues puede marcar la diferencia entre una comida mediocre y una cocina de la abuela, que puede saber mejor que el mismísimo “Bulli”, una pena que cerrara, a ver cuando abre otra vez, aunque a mi unos huevos fritos en su punto con pan para mojar me saben a gloria. Depende de lo que te apetezca comer en ese momento, pero siempre cocinado con cariño a poder ser, sino hay veces que es mejor pararse a pensar, hacer catarsis, analizar la situación desde otra perspectiva, que entiendo es algo complicadísimo y no siempre se puede hacer, aunque sea importante hacerlo de vez en cuando, y mirar un poco también por los demás, por los que te cuidan, por aquellos que en los momentos malos te van a apoyar, cueste lo que cueste, hasta que levantes el ánimo de nuevo.

Estos sentimientos no son más que el reflejo de querer aspirar a mejorar, es del todo comprensible, y aunque te digan que no eres capaz, tú no te lo creas, pon todo tu empeño en ello y seguro que lo consigues, con compromiso, constancia y una sonrisa, siempre tranquilo. Es lo peor que se le puede decir a alguien que está nervioso, que se calme, se pone aún más nervioso porque se da cuenta de que la gente observa a través de sus ojos y ve sus nervios, su intranquilidad, no pasa nada, quién no ha estado nervioso alguna vez… Pero la pregunta es si tus nervios, por muy conectados al cerebro que estén, provienen de ahí, o si por lo contrario provienen por el anhelo de estar con quien quieres estar, con los tuyos, ya sea familia, amistades, novios, novias, mujeres, maridos, hijos, nietos, es igual, mientras te sientas con ellos como en casa, forman parte de los tuyos. Cuando encuentres la causa de esos nervios podrás avanzar con rumbo, pero sin frenos, y no te estamparás contra ningún muro, lo saltarás.

            Que todas tus acciones, a pesar de que algunos no lo crean así, no las haces tú sólo, es como un equipo, que los logros que consigues, ya sean a nivel laboral, estudiantil o en cualquier faceta de la vida, no se consiguen sólo, se consiguen gracias al apoyo de los tuyos, porque aunque a veces dudes de ellos, siempre estarán ahí para apoyarte, sólo si necesitas su apoyo claro, desde alguien que está montado en el dólar y tiene de todo hasta alguien que es un hombre pobre que tiene lo justo para comer y sobrevivir, si no tienen amor por los suyos están vacíos, pero todo el mundo tiene amor, pero cuesta encontrarlo.

            De toda la vida cuando nace un niño, se le da una palmada en el culo para que llore y así respire, desde ese momento ya te están enseñando a sufrir, a vivir, pero vivir no es sólo sufrir, gracias al llanto respiras, y eso da la vida al niño. Aunque los niños sean crueles de pequeños con los otros niños, cuando alguien llora y muestra su debilidad, no son más que niños, y al que llora, si sabe porque llora, le debería dar igual que los otros niños se rían de él, porque quizás sólo tienen envidia de que ese niño pueda llorar, porque igual ellos han perdido ya la inocencia y no pueden hacerlo, y con perder la inocencia me refiero a esa mente infantil que cree todo lo que le cuentan sin dudar de todo, duda hasta de tu sombra, pero no te olvides, que si hay sombra es porque hay luz en otro lado, igual que está el yin y el yang, es como la cara oculta de la Luna, no se puede ver desde la Tierra, tienes que irte hasta la Luna, por eso gusta tanto la Luna, porque siempre tiene una cara oculta, siempre esconde algo nuevo que sólo los que viajan hasta ella pueden ver.

            Pero olvidemos la Luna, que es de las cosas más bonitas que hay, sobre todo cuando está llena e ilumina una noche, pero cuidado con los hombres lobo si van en manada, también hay que ser un lobo solitario para algunas cosas y aullarle a la Luna, como el que llora sus penas y se refugia en los suyos, hasta que tenga que ir de cacería el lobo, pues cazan en manada, en equipo, para tener más posibilidades de capturar a su presa, pero no hablamos de ciervos cornudos ni de algún gamo, pues son libres y pueden huir si los lobos no los acorralan, pero los lobos son demasiado astutos y eligen siempre a la presa más débil, pero no te creas débil por mostrar tus sentimientos al llorar, pero intenta mirar con los ojos del lobo y ver a través del alma de los animales, y de las personas también. La vida como la envidia puede hacerse larga, como las pintaba el Greco, pero se acaba perdonando, si se quiere con el corazón.

            Esto sólo son historias, como las lentejas, si quieres las tomas y sino las dejas, pero elige si quieres o no lentejas antes de pedirlas, no dejes el plato con sobras de comida, pero quién es capaz de elegir lo que quieres si no sabes lo que quieres. Es el coste de oportunidad, si haces algo renuncias a hacer otra cosa, pero no pasa nada porque las personas que de verdad te quieren suelen darte una segunda oportunidad, pero sólo si quieren dártela.

             Que yo no escribiría esto si no existiera la gente que me apoya en los momentos malos, y yo escribo esto precisamente para intentar ayudarles, por si acaso ellos están pasando por malos momentos, pero cuando te subes en la montaña rusa, no te preocupas de si baja o sube, sabes que vas a pasártelo bien, y que al final, si no fallan las medidas de seguridad, acabarás con los pies en el suelo y la cabeza sobre los hombros, sin cadenas, como un hombre libre, “be water my friend”.

Suerte a todos, os deseo lo mejor. Y aunque los textos tengan sangría y a veces sangren, si están hechos con cariño, eso da igual. Como una buena bailarina de samba, siempre con una sonrisa en la cara, sino no transmitiría felicidad.  ¡Así que samba para todos!

 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.