Karma

Ahora siento vergüenza

Este es un escrito que realicé ya hace de esto 2 años, se puede decir que recién salido del centro. En él se puede ver lo descentrado y necesitado de ayuda psicológica que estaba, había muchos porqués en mi cabeza, mucho odio y reproches, no entendía a los demás, sólo a mí mismo…

No era capaz de empatizar con los que conmigo padecieron mi enfermedad, sus limitaciones, y sobre todo fui duro con mi familia, pues culpé y culpé a los que en su edad avanzada eran incapaces de comprender la enfermedad, superándoles y creándoles un estado de crispación y angustia que hoy, gracias a Dios, hemos superado todos.

Lo vuelvo a sacar del baúl de los recuerdos para que lo leáis con calma y entendáis que en un centro tiene que haber especialistas que te pongan un tratamiento y te lleven un seguimiento, cosa que yo no tuve en el centro en el que estuve, y ahora con ayuda voy recobrando cosas que probablemente con un buen tratamiento no hubiesen sido necesarias.

Ahora han cambiado mucho las cosas, uno ha logrado superarlas , se ha perdonado a si mismo y ha sido perdonado, aunque todavía quedan algunos ajustes, que se harán poco a poco.

Si tenéis a alguien en vuestro entorno con algún tipo de problema de este tipo, pedid ayuda a las personas especialistas en ello, y entre todos, si hay que ingresar, buscar el sitio adecuado con el personal cualificado.

Aquí os dejo el escrito del cual ahora siento mucha  vergüenza:

“Coadictos, cada vez que me encuentro con este tema, me genera  conflicto, mucho conflicto. 15 años en la cocaína y tres sin consumir, a ver cómo desarrollo lo que deseo explicar.

En esos 15 años, una doble vida : cara a unos y a otros, hasta con mi novia en esa época doble vida, vivía sólo y hasta pasaba tres días sin salir de casa, consumiendo verdaderas brutalidades.

Dejando lo anterior, que será tema de otro escrito, quiero intentar comprender lo de codependiente y cómo lo veo.

Después de estos tres años sin consumo, pienso que en estos 15 años muchos sabrían que yo consumía. y no decir nada,  me cuesta entender el porqué. Ya sé, que cada uno haga lo que quiera, etc. , pero después de un intento de suicidio y profundas depresiones, que yo recuerde no oí a nadie y cuando digo a nadie quiero decir a nadie, “Fernando ten cuidado con la cocaína u otro tipo de consejo…”.

Me casé y me cuesta comprender, que la que ahora es mi exmujer o mi familia no dijesen nada ¿es esto codependencia o es esperar que me estrelle? El matrimonio, un desastre. A mi exmujer se lo dije y empezó su calvario. Me revisaba mis bolsillos, la cartera y un largo, etc. Me insultaba llamándome yonki de mierda y unas cuántas cosas más que prefiero omitir, ya mi intimidad quedó rota, todo lo que hacía o lo que hiciese se me miraba o vigilaba. Cuando estaba bien, el mejor marido del mundo, pero si tomaba o simplemente pensaba que tomaba, se liaba.

Si os habéis fijado no digo nada sobre intentar ayudarme, no, ¿avergonzada? Su hermano era heroinómano y su padre alcohólico. ¿No sabía manejar la situación y callaba? Mi familia y ella, uña y carne. Nada. Callados. Pregunto de nuevo ¿es esto codependencia? ¿o no afrontar la realidad?

Al final, separación,  sin decir nada a mi familia, por lo menos para que hablasen conmigo. Nada. Se fue y no volvió. Me quedé sólo. Aumentó el consumo, hasta que un día en una sobredosis y a punto de quitarme la vida, llamo a mis padres pidiéndoles ayuda. Policía, bomberos, tiran la puerta  y en un momento me dicen mis padres “Te crees que somos tontos, nosotros ya lo sabíamos”. Y a pesar de mi estado, me digo a mí mismo: ¿Y por qué no intentaron hablar conmigo? Quién sabe, cualquiera de mis hermanos ¿no sé? Ese silencio nunca lo entenderé y no sé si lo comprenderé. Me voy a vivir con ellos. Si antes vivía sólo, sé lo que pensáis, y todo igual. Continúo consumiendo, les robo una cantidad de dinero, no recuerdo cuánto, y vuelta el drama. Dos intentos de suicidio, uno ingresado y atado de pies y manos por el delirium tremen, vuelta a casa, “ladrón, nunca en mi vida olvidaré que me cogiste el dinero”, todo esto recién llegado del hospital.

Y continuo con lo mismo. Y mi problema ¿a quién le interesaba? Porque comprendo que lo que hacía era dañar, pero nadie me tenso en una silla y me dijo: Fernando, tienes un problema muy grande que nosotros no podemos resolver, te tienes que ingresar… Todo lo contrario,  me controlaban las pastillas que tenía que tomar y pasaron a que hiciera lo que quisiera. Yo llamaba a mi exmujer pidiéndole ayuda y nada.

Puede parecer que me estoy haciendo la víctima, puede ser, sólo relato el punto del vista del adicto al que nunca le dijeron las cosas directas y sin rodeos, quizás porque no entendían, quizás porque no querían asumir y no comprendían, o quizás… ese quizás me lo reservo.

Y me pregunto “¿Todo esto es codependencia?

El daño que hice fue mucho y variado pero que conste que en realidad el enfermo era yo.”

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.