DUETTO, de Mª Dolores Tolosa y Mª Jesús Fuentes

Lecturas, 4 

DUETTO, de Mª Dolores Tolosa y Mª Jesús Fuentes 

Certeza, Colección ‘Mandoble’, nº 4. Zaragoza, 2012, 103 p. 

DUETTO formaría parte fácilmente de una serie literaria titulada ‘Vidas Convergentes’. Las ‘Vidas Paralelas’ de Plutarco eran otra cosa: narraciones equidistantes sobre héroes, estadistas, guerreros, legisladores… No había gente del pueblo. Sus protagonistas vivieron en épocas diferentes. Y todos eran varones.

María Dolores Tolosa y María Jesús Fuentes escriben en convergencia sobre mujeres normales y contemporáneas. Y lo hacen con una gracia propia, cada autora involucrada en su personaje, reflejando el día a día de la conformista/tradicional Julia y la liberal/arrebatada y arrebatadora Clara, que residen en Barcelona, se desconocen de inicio pero terminarán encontrándose, coincidiendo, convergiendo.

Ambas autoras han optado por el tiempo verbal en presente para elaborar su narración –de modo alternativo– de la trayectoria tan diversa que siguen las dos protagonistas. Esta inmediatez de la acción presta a la trama enorme agilidad, una atención precisa al detalle, una constante disección de pensamientos, sensaciones y recuerdos. DUETTO observa la vida de dos mujeres desde dentro de ellas mismas; es más sugerente su evolución interna que la anécdota que las conduce, aunque ambos enfoques se vayan integrando paulatinamente.

El retrato de dos formas de entender la vida en el momento presente permite a los lectores –incluidos los masculinos– mirarse en ese espejo del propio yo que todos llevamos dentro. Hay mucha luz y mucho dinamismo en el estilo de las escritoras. Para poder hacerlo con eficacia utilizan, además, un lenguaje sonoro que viene reflejado en los títulos, desde el Preludio en do mayor inicial hasta el Je t’aime, moi non plus, con que termina el relato.

Pero antes, poco antes del final, ocurrirá algo sorprendente, una inesperada circunstancia que enlazará ambas vidas, ambas narraciones ambas peripecias de una forma literariamente genial. Al lector le toca descubrir el prodigio.