Cultura

Luz Pereira Correa y Espaciocal

Es invierno en el pasado año 2012, en el Parque Santa Amalia de Lontué. Visito a la Señora Luz Pereira Correa, la gestora y fundadora de Espaciocal. Lejos de ser parca, como erróneamente, algunos de sus pares le han calificado, me sorprende con su amabilidad y empatía. Hoy no se le concibe sin “Tito”, como llama a su bastón en recuerdo de su esposo. Junto a “Tito” va y viene por el Parque hasta donde yacen las cenizas fúnebres del Poeta Alejandro Méndez. Y si no, permanece largas horas, en su sitial, junto a la chimenea. Me advierte que tuvo una vida desordenada, difícil de ordenar, y conforme afloran los recuerdos, aflora Espaciocal.

La Señora Luz Pereira Correa, durante el viaje a Buenos Aires; año 2012.

Un verdadero hito cultural chileno, que se quedó en la memoria colectiva y que podemos encontrar en múltiples portadas de revistas, en diarios nacionales, y en segmentos culturales de los programas de televisión, donde la sola palabra Espaciocal, era sinónimo de cultura, arte y diversidad, oportunidades de difusión cultural, y una sólida plataforma para talentos ya consolidados y un gran respaldo para aquellos que recién se hacían en el difícil camino de las artes.

La estrategia que usó para llevar adelante sus proyectos, fue la asociatividad, es así como figuran entre sus socios y socias: Rosert Foort, Lily Garafulic, René Naranjo, Carmen Waugh.

Recuerda que los artistas acudían a Espaciocal, porque rompía los sistemas, los cánones pre-establecidos, sobre la forma de ver y de hacer, y de llevar a la práctica políticas culturales. Al hacer balance, a sus 86 años, la Señora Luz reflexiona que no hubo ganancias económicas como muchos piensan, pero sí grandes satisfacciones personales.

“…Todo era a pulso, en aquellos años, no había financiamiento del gobierno, no había un Fondart, sólo había esa voluntad de llevar adelante el mega proyecto de Espaciocal, que reunió en un solo espacio a todas las expresiones artísticas, y lo concebimos así, como cine arte, galería de arte, librería y café , un lugar para realizar actividades culturales, para ser sala de conferencias, y también realizar conciertos, recitales, talleres de poesía, lanzamientos de libros, y sala de cine con 120 butacas. La gente salía de ver las películas y veían la exposición, y compraban libros. Es que Espaciocal, era eso, un “espacio” donde se recibía a todos los artistas: comunistas, allendistas, pinochetistas, filósofos, clérigos, liberales, izquierda, derecha, ricos, pobres, extranjeros, chilenos, lesbianas, u homosexuales, escritores, y Poetas como Raúl Zurita.”

“Espaciocal siempre tuvo un sello apolítico y transversal, y por el que muchos artistas hoy tienen carrera internacional, en Europa y En Estados Unidos. Algunos de ellos no tenían para pagar el Derecho a exponer y entonces me pagaban con un cuadro. Espaciocal recibió a todos, especialmente a aquellos que no encontraban espacio para exponer, porque simplemente las otras Galerías no les daban el Espacio.”

La Señora Luz señala hacia el muro de su sala de estar, literalmente lleno de obras pictóricas, de Paula Rubio Aldunate, Bororo, Isabel Clotz, María Moore, Nemesio Antunez, Gracia Barrios, Pilar Dominguez, María Pinto, Rómulo Maccio, y Alfredo Jaar, entre tantos otros.

“…Alfredo Jaar ya cuenta con 40 años de trayectoria, comenzó, creo que en el año 59, con la Revista Cal. Me encantaría tener una obra de él. Tenía… pero la hice pedazo, era una caja gigante, con un sandwuich. En aquel tiempo, Alfredo era muy joven, tenía 18 a 20 años, hoy expone en Berlín…” y muestra la noticia en una de las páginas del Diario “El Mercurio de Chile”.

“…Donde tiene muchas obras, Jaar, es en graffitti, en Nueva York, increíble que le haya ido bien, ¡vende obras en 20 millones de pesos! Había un artista que sólo expuso una vez, hacía esculturas con pantys, esa exposición fue de la Galería Cal, en Santa Lucía, de ahí la Revista Cal que ahora van a reeditar con Proyecto Fondart, Rodrigo Cosiña y Nicolás Rabeau del Museo de Artes Visuales de Lastarria. …Esa Naturaleza Muerta es de la Pilar Dominguez. Quizás dónde estará. Y ese es muy bueno, es de la Isabel Clotz, pero ya no pinta nada figurativo.”

La Señora Luz Pereira Correa se recibió de piloto civil en el año 1949. A través de su vida ha realizado variados proyectos, siempre de índole cultural y con gestión Independiente.

Comienza en el año 1966 con un Kiosko en el Colegio Francés, Jean D’ark, en Providencia. Después, en 1968, la tienda BLOU UP en la calle Suecia. Un año después se instala en Buenos Aires, junto a su Socia Carmen Waugh, con Galería de Arte.  Es importante destacar que la galería de arte Carmen Waugh, como ambas socias la llamaron, se consolidó gracias a la gestión bancaria de la socia capitalista, la Señora Luz Pereira Correa.  Después de un año de llevar en forma exitosa la Galería Carmen Waugh, se disolvió la Sociedad y sólo su Socia continuó con el Proyecto de Buenos Aires.

En el año 1970 emprende en Chile la “Galería Bolsillo” CAL, Coordinación Artística Latinoamericana. Entre los años 1972 a 1976 trabajó en el Palacio de Bellas Artes junto a una nueva socia, Lili Garafulic, y junto a Nemesio Antúnez. Luego entre 1976 a 1980 tuvo la Galería de Santa Lucía, un Restaurant estilo café literario, entonces lanzó las cuatro ediciones de la Revista CAL. Sucedió que su hermano, era en aquel entonces, el Cura Rector del Seminario Pontificio, y el Seminario tenía un subterráneo, tipo bodega, en el Centro Comercial Lo Castillo, en Candelaria Goyenechea 3820, local 201, de Vitacura; y de ser un espacio oscuro y sin propósito, se transformó en EspacioCal, un lugar lleno de “luz” por el arte y para el arte. Paralelamente,  tuvo el Cine arte Alameda con 300 butacas, Plaza Italia, Lo Castillo con 200 butacas, el Palacio Rioja de Viña también  un cine-arte. Para exhibir en los cines compraba películas en Argentina.

“…Habían películas fuertísimas, las mejores películas por el tema de censura. Las alas del deseo, Rosa te amo, Antes del amanecer; películas alemanas, suecas, francesas, israelíes, de Dipardié, y películas de Chile films, que ellos no daban, películas olvidadas, desconocidas, pero con buenas historias y que Espaciocal, recopilaba y las daba.”

Espaciocal cerró en el año 2002, luego de 22 años y de influir radicalmente  en el arte chileno; los artistas de Espaciocal irradiaron hacia el resto del mundo.

Destacada como la mejor distribuidora sudamericana de “Producciones Culturales RIALTO”, la Asociación Iberoamericana de Distribuidores (AIBEX), en el año 2009 le otorgó en una solemne ceremonia en Barcelona, un reconocimiento a su gestión mediante un Galvano.

Su Revista CAL forma parte del Archivo de la Memoria de la Biblioteca Nacional de Chile, como Patrimonio Cultural, y pronto será reeditada mediante proyecto Fondart.

A pesar de tantos logros, y de estar recién llegada de Buenos Aires, viaje en el que vendió al galerista argentino Ernesto Freza, el cuadro “El pacto con Satanás” donde aparece el grupo ingles The Rolling Stones, del pintor Maccio; me recibe triste porque leyó un artículo en el Diario El Mercurio, alusivo al Candelaria Bar, ex Espaciocal. En defensa de aquellos años dedicados a hacer y entregar cultura, se anima, y escribe una breve carta al Director del Diario El Mercurio:

“Me ha sorprendido desfavorablemente la manera de enfocar todo el trabajo cultural que hicimos durante 22 años en el Centro Comercial Plaza Lo Castillo con Espaciocal… Representó para varias generaciones el lugar donde el espíritu tenía su espacio para expresarse según las diversas manifestaciones del arte. No puede ser que después de todo este trabajo cultural, se la trate de manera tan despectiva en el periódico de su Dirección”.

Actualmente la Señora Luz Pereira Correa reside en el Parque Santa Amalia de Lontué. Durante el año 2012, a través de la “Fundación Alejandro Méndez” realizó actividades para rescatar las tradiciones y memoria chilena, además de promover el legado literario de su esposo, y potenciar los talentos artísticos locales.

“…Fui a la inauguración de la Historia del Arte, y me di cuenta de que yo no reconocía a nadie, y ya nadie… me reconocía a mí.” Reflexiona la señora Luz, pero discrepo de sus reflexiones y le agradezco, en nombre de todos los artistas de Espaciocal, el haber sido una chilena valiente, visionaria e innovadora, cuyas arriesgadas decisiones fortalecieron a los artistas y al quehacer cultural chileno.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.