Ciencia

Profundidades marinas: Luz, penumbra y medianoche

Resulta paradójico que a comienzos del siglo XXI el hombre haya sido capaz de alcanzar la Luna y esté ya explorando Marte, pero desconozca las maravillas que esconden las profundidades de los océanos. En vez de llamarse Tierra, nuestro planeta debería llamarse Agua, porque el líquido elemento cubre casi sus tres cuartas partes. O Planeta Azul porque, visto desde el espacio exterior, se asemeja a una inmensa bola de ese color. Pero los fondos marinos siguen siendo los grandes desconocidos, incluso para los científicos, bien por falta de medios, bien porque los robots submarinos necesarios y otras herramientas necesarias para su exploración son altamente costosos.

El objetivo de esta información es dar a conocer  de una manera sencilla y amena, las tres grandes zonas en las que se dividen desde un punto de vista científico las aguas marinas, así como algunas de las emblemáticas criaturas que se desenvuelven en cada una de estas zonas: zona de luz o fótica (tiburón blanco, delfín mular, pez erizo, tortuga boba, estrella de mar), zona de penumbra o disfótica (pulpo, medusa, cachalote) y zona de medianoche o afótica (pez víbora, pez pelícano, rape de profundidad).

ZONA DE LUZ

Millones de plantas y animales viven en los océanos, desde los diminutos organismos del plancton hasta la gigante ballena azul de más de 30 metros y 120 toneladas. La mayoría de la vida marina se concentra en las zonas costeras y en las capas más superficiales de los océanos donde, gracias a la entrada de la luz solar, las plantas pueden realizar la fotosíntesis, generando así el soporte vital para la base de la cadena alimentaria. Estos lugares marinos más luminosos se conocen como zona fótica.

Tiburón blanco (Carcharodon carcharias)

Este tiburón uno de los mayores predadores del mar y el tercer pez más grande del mundo. Aunque prefiere aguas frías, puede encontrarse en mares templados, como el Mediterráneo. Al contrario que la mayoría de los peces, se trata de un animal de sangre caliente.

Tamaño: 6-8 metros.

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Delfín mular  (Tursiops truncatus)

Este cetáceo Suele vivir en pequeños grupos y ser bastante costero, aunque a veces se concentran en manadas de centenares de ejemplares y se adentra en alta mar. Puede detectar a sus presas a través de la vista o por medio de sonidos que produce a través de su cabeza. Estos sonidos también le sirve para comunicarse con sus congéneres.

Tamaño: 3,5 metros.
Tursiops truncatus
© OCEANA

Tortuga boba  (Caretta caretta)

Sus aletas en forma de remos permiten a estos reptiles moverse grácilmente en el agua. Estas tortugas marinas pueden permanecer bajo el agua sin tener que salir a la superficie para respirar hasta dos horas y realizan migraciones de miles de kilómetros hasta que vuelven a las playas de puesta a depositar los huevos.

Tamaño: hasta 1,3 metros.
Caretta caretta
© OCEANA

Estrella de mar (Astropecten aranciacus)

Las estrellas de mar se mueven muy despacio en el fondo del mar. Se alimentan de mejillones y almejas. Con las fuertes ventosas en sus tentáculos abren la concha de los moluscos, y tras empujar sus estómagos fuera del cuerpo a través de la apertura que tienen en su parte ventral se comen a su presa.

Tamaño: 30 centímetros de promedio.
Astropecten aranciacus
© OCEANA

Pez erizo  (Diodon histryx)

Para protegerse de sus depredadores, este pez se hincha como un globo poniendo rectas sus espinas. Su boca tiene un pico que le permite romper la dura concha de moluscos y crustáceos. Le gustan las aguas claras y se mueve lentamente.

Tamaño: hasta 90 centímetros.
Diodon histryx
© OCEANA

ZONA DE PENUMBRA

A mayores profundidades la luz se hace más tenue, creando la que es conocida como zona disfótica. Aquí las plantas no pueden conseguir la suficiente energía solar y por tanto no se desarrollan, lo que obliga a los animales de estos lugares a desarrollar otras estrategias para sobrevivir y adaptarse a la escasa luz, la creciente presión atmosférica y las bajas temperaturas.

Cachalote (Physeter macrocephalus)

Es la ballena que más profundo desciende, pudiendo llegar a más de 2.500 metros y permanecer sin volver a salir a superficie durante más de una hora y media. A estas profundidades se alimentar de calamares gigantes que pueden ser del mismo tamaño que el cachalote.

Tamaño: Hembras 11 metros, Machos 18 metros.
Physeter macrocephalus
© OCEANA

Pulpo  (Octopus vulgaris)

Todos los cefalópodos tienen tentáculos con ventosas. El pulpo los usa para deslizarse por el suelo del océano, sentir, tocar y capturar a sus presas. Es uno de los animales marinos más inteligentes que existe, y pueden modificar su color y aspecto para camuflarse.

Tamaño: 60 centímetros.
Octopus vulgaris
© OCEANA

Medusa  (Chrysaora hysoscela)

Tienen largos tentáculos llenos de aguijones que actúan como defensa y para capturar a sus presas y que provocan una fuerte urticaria a los humanos si entran en contacto con ellas. El 95% de su cuerpo está formado por agua y viajan por los mares dejándose arrastrar por las corrientes.

Tamaño: hasta 50 centímetros de circunferencia.
Chrysaora hysocela
© OCEANA

ZONA DE MEDIANOCHE

En la zona afótica o de total oscuridad, que puede llegar a profundidades de 14.000 metros en las fosas abisales se desarrollan formas únicas de vida. Además de sobrevivir gracias a la “lluvia” de organismos y materia orgánica que se hunden desde las capas más superficiales, existen bacterias que, a causa de la falta de luz solar, realizan la quimiosíntesis (obtienen la energía de sustancia químicas). Las especies que aquí se encuentran viven en aguas gélidas, con una presión atmosférica que acabaría aplastando a la mayoría de los animales existentes en el planeta. Muchos de ellos han desarrollado sistemas para generar su propia luz con la que se comunican, camuflan o capturan sus presas.

Pez víbora  (Chauliodus macouni)

Se han encontrado a profundidades de más de 4.000 metros. Tienen más de 300 órganos que producen luz a lo largo de su cuerpo, boca y en el pedúnculo que algunas especies tienen en su aleta dorsal.

La mandíbula es tan grande que debe dislocarla para poder tragar a sus presas.

Tamaño: 25 centímetros.
Chauliodus macouni
© OCEANA

Rape de profundidad  (Melanocetus johnsoni)

Atrae a sus presas con una luz bioluminiscente sobre su cabeza. Su color rojo le hace virtualmente invisible. Los machos son infinitamente menores que las hembras. En muchas especies de rapes de profundidad los machos acaban viviendo como parásitos de las hembras.

Tamaño: Hembras 15 centímetros; machos menos de un centímetro.
Melanocetus johnsoni
© OCEANA

Pez pelícano  (Eurypharynx pelecanoides)

Este extraño pez parecido a una anguila engulle a sus presas con su enorme boca. Puede expandir su garganta y su estómago para tragarse a peces y crustáceos de gran tamaño. Tienen numerosos dientes en la mandíbula y, al final de su cola posee un órgano luminoso.

Tamaño: hasta 80 cm.

Eurypharynx pelecanoides
© OCEANA

Reportaje de Oceana

oceana.org

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.